Le hubieran sobrado las demás palabras a Emiliano García Page al resumir su discurso de investidura en una sola palabra cuyo contenido hemos echado mucho de menos en los últimos cuatro años de gobierno. Igual que los diez mandamientos se resumieron en uno solo, "amaos unos a los otros", era esta otra manera de expresar que el amor contiene a la ética del comportamiento y, más que nada, a la "honestidad", una esquina de la razón y otra del corazón que también hemos echado mucho de menos como tantas otras evidencias en una democracia razonable y consolidada.
Y para empezar a demostrarlo, aseguró Page que no utilizará el argumento de "la herencia recibida" para intentar "justificar el dolor a la gente" y ha avisado que "apechugará" con lo que se encuentre al llegar al Gobierno...algo que el anterior ejecutivo usó, tan a menudo y a degüello, que lo hizo hasta que la herencia era ya la suya tras cuatro años de un gobierno de recortes, dolor, justificaciones inverosímiles y retroceso en todos sus balances.
Dijo Page que pronto citará a Cospedal para hablar de los próximos cuatro años de gobierno; agradeció a Podemos su diálogo y su enriquecimiento al programa donde figura una reforma de Ley Electoral que pase por el diálogo previo con todas las fuerzas políticas. Algo que tampoco sucedió con el "pucherazo". En esa reforma se marcará también la obligación de presentar un Programa Electoral a los partidos políticos que concurran a las elecciones, algo que olvidó Cospedal hasta que alguien se lo recordó un par de días antes de acabar la campaña. También acogimos con mucho agrado que, en vez de adelgazar hasta la anorexia nuestra Comunidad Autónoma, Page hablara de solicitar nuevas competencias. Agradecimos el Plan de Choque contra el desempleo, su compromiso con sacar de los cajones, antes de fin de año, todos los expedientes perdidos sobre la Ley de Dependencia.
Honestidad, claridad. Lo primero que hizo Page, antes de hacer uso de la palabra, fue entregar, al presidente de las Cortes, Jesús Fernández Vaquero, una copia de su declaración de bienes y otra del Programa Electoral con el que concurrió a las elecciones.
Soplan aires nuevos en el convento de San Gil.
elObservadorDclm
Y para empezar a demostrarlo, aseguró Page que no utilizará el argumento de "la herencia recibida" para intentar "justificar el dolor a la gente" y ha avisado que "apechugará" con lo que se encuentre al llegar al Gobierno...algo que el anterior ejecutivo usó, tan a menudo y a degüello, que lo hizo hasta que la herencia era ya la suya tras cuatro años de un gobierno de recortes, dolor, justificaciones inverosímiles y retroceso en todos sus balances.
Dijo Page que pronto citará a Cospedal para hablar de los próximos cuatro años de gobierno; agradeció a Podemos su diálogo y su enriquecimiento al programa donde figura una reforma de Ley Electoral que pase por el diálogo previo con todas las fuerzas políticas. Algo que tampoco sucedió con el "pucherazo". En esa reforma se marcará también la obligación de presentar un Programa Electoral a los partidos políticos que concurran a las elecciones, algo que olvidó Cospedal hasta que alguien se lo recordó un par de días antes de acabar la campaña. También acogimos con mucho agrado que, en vez de adelgazar hasta la anorexia nuestra Comunidad Autónoma, Page hablara de solicitar nuevas competencias. Agradecimos el Plan de Choque contra el desempleo, su compromiso con sacar de los cajones, antes de fin de año, todos los expedientes perdidos sobre la Ley de Dependencia.
Honestidad, claridad. Lo primero que hizo Page, antes de hacer uso de la palabra, fue entregar, al presidente de las Cortes, Jesús Fernández Vaquero, una copia de su declaración de bienes y otra del Programa Electoral con el que concurrió a las elecciones.
Soplan aires nuevos en el convento de San Gil.
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