El próximo jueves dos de julio, habrá una entrevista al Presidente del Gobierno por la mañana, en al Rojo Vivo, el programa de Ferreras.
Habrá que verlo, puede ser interesante.
Visitas Almagro Post
martes, 30 de junio de 2020
jueves, 25 de junio de 2020
Sin el GORDO
Llevaba unos días sin asomarme a esta ventana de comentarista aficionado.La actualidad de Almagro se ha vestido de luto ya que el hostelero "el gordo" ha levantado el vuelo demasiado pronto.
La plaza de Almagro no será la misma sin su socarranería manchega, su buen humor,su larga conversación.
Se nos van los mejores antes de tiempo.
La plaza de Almagro no será la misma sin su socarranería manchega, su buen humor,su larga conversación.
Se nos van los mejores antes de tiempo.
miércoles, 17 de junio de 2020
Sin piscina
El Ayuntamiento de Almagro ha comunicado que permanecerá cerrada la piscina este verano por el covid 19.
Habrá que volver a cincuenta/sesenta años atrás, cuando lo usual era el manguerazo en los patios de nuestras casas, con una alcachofa al final de la goma con el agua. También era habitual refrescarse en las albercas de las huertas, con el agua helada que salía por la artesa de la noria en los pozos.
A pesar de la diversidad de opiniones que ha provocado el anuncio,la medida parece coherente con la pandemia infecciosa que padecemos. A mayor reunión de personas ,más posibilidad de contagio. Igual han anunciado bastantes ayuntamientos, por ejemplo Tomelloso o Miguelturra.
Pero,eso sí, en estos pueblos ya se han anunciado la suspensión de las ferias patronales en agosto o septiembre.
¿Cuando suspende sus ferias Almagro?.
Les está bien empleado
Las derechas fracasan en su estrategia de la tensión. Los españoles valoran la gestión del Gobierno y rechazan la bronca de los revientapatrias.
viernes, 12 de junio de 2020
Una ciudad secreta
8
En esta ocasión le citaron a
él sólo. No era un encuentro de relax, ni turístico, aunque al señor Garnier le
gustaría visitar las cataratas de Agura y el oceanario. Aquella ciudad rusa de Sochi se estaba convirtiendo en
una metrópolis privilegiada en el Mar Negro, que debía estar preparada para
dentro de cuatro años albergar los juegos olímpicos de invierno y el circuito
de fórmula 1.
Pascal pudo comprobar el auge
constructivo en aquella localidad, las hormigoneras atascaban las calles, las
carreteras. Los nuevos hoteles estaban surgiendo por doquier. Un nuevo trazado
de tren se estaba construyendo desde el centro de Solchi a las estaciones de
esquí de Krásnaya Poliana para celebrar los juegos de 2014.
Los rusos, pensó Pascal,
tendrían un resort de esquí a dos horas de avión de la capital rusa. Podrían
compatibilizar la playa, las aguas termales, la nieve, siendo unos auténticos
afortunados. Había leído en algún sitio que gobernantes rusos, como los zares,
tuvieron a Sochi como ciudad de descanso, el mismo Putin ahora o, incluso, el histórico Stalin que hasta tuvo una dacha.
En esta ocasión, la
entrevista no fue con un representante de aquella organización, confiesa
Pascal, ya que le saludaron en el hotel, durante la cena, dos personajes
rodeados de guardaespaldas que, con el tiempo, supo que eran dos de los tres
integrantes de aquel triunvirato de dirección. Uno de ellos era propietario y constructor de buena parte
de las instalaciones del nuevo Sochi, además de magnate principal de
concesiones petrolíferas abundantes en aquella zona. El otro comensal, supo que
era uno de los principales traficantes de armas en todo aquel territorio,
geopolíticamente inestable, si además se le sumaban sus amplios intereses en todo
el Oriente Medio. El ausente, era propietario de bastantes empresas
farmacéuticas en medio mundo y tenía buena parte del accionariado de algunas
multinacionales tecnológicas.
Nunca supo sus nombres
verdaderos, la ocultación de sus identidades era un signo más de poder, de
enigma, de escudo y protección ante traiciones.
En la cena se acordó salir
temprano a la mañana siguiente hacia las montañas. Lo harían en helicóptero
privado, disfrutando de aquel paisaje nevado, de aquellos glaciares, de aquella
luminosidad que la nieve expandía hasta la retina. La vista era impresionante
al igual que el silencio entre los pasajeros de aquel viaje de trabajo.
Nada más aterrizar en un
nevero surgieron de la nada dos coches, calzaban en todas sus ruedas unos
artilugios tipo orugas que les hacía deslizarse con seguridad y destreza por la
nieve y el hielo. En aquel final de octubre la nieve ya era abundante,
seguramente en pleno y crudo invierno todo estaría sepultado por cinco o seis
metros de hielo.
Llegaron al interior de una
enorme cueva natural. Les atendió Bronislav, el encargado de aquel proyecto,
tenía aspecto rudo y parecía disponer de la confianza de los máximos
representantes de aquella secta mafiosa. Había bastantes barracones prefabricados
que servían de refugio a los habitantes que allí convivían. Disponían de
electricidad proveniente de unos potentes generadores que estaban situados en
el exterior, protegidos de la nieve.
Aquellas estancias se las
veía preparadas para los miembros de seguridad que, en número amplio, ya
habitaban aquella larga y profunda caverna. La recorrieron en buena parte de su
longitud, dando aspecto en alguno de sus rincones y ramificaciones, de instalaciones
de una vieja mina abandonada.
Tras la investigación ocular
del lugar, entraron en algunos de los barracones acondicionados y amueblados,
concretándose detalles de lo que se le encargaba a Pascal. En el subsuelo de aquellos
pasadizos se construiría toda una ciudad secreta, subdividida en varias partes,
un cuartel funcional para el personal de seguridad, un santuario del arte para
las numerosas obras artísticas de la organización, instalaciones habitacionales
para un número máximo de trescientas personas, unos laboratorios para la guerra
química y bacteriológica, un almacenaje estratégico de petróleo ya refinado,
una plataforma para la ciberseguridad, además de una cámara acorazada para
reservas de oro y una cápsula para reuniones restringidas de la secta y el
seguimiento de situaciones de crisis.
En el exterior de aquella
microzona, aquel proyecto sería una instalación militar secreta, una especie de
silo para misiles balísticos de largo alcance, en una posible tercera guerra
mundial entre las potencias internacionales que disponían de energía nuclear.
El señor Garnier quedó mudo
y pensativo un buen rato, estaba comprendiendo y digiriendo el alcance de aquel
encargo de unos auténtico mafiosos. Aquello no era el capricho de unos
ricachones sino de unos alucinados maléficos que no tramaban nada bueno. Bajo
esa íntima reflexión aceptó el trabajo. Se acordaba de Alexandra en esos
momentos, que estaba a miles de kilómetros, no le podría contar nunca el
alcance del proyecto en el que se estaba embarcando.
Esa noche se perdió en el
casino, invirtiendo las fichas que le regalaron. No tuvo suerte.
jueves, 11 de junio de 2020
Muy interesante EL AÑO VALENCIA
Las circunstancias sanitarias han llevado al festival de teatro de ALMAGRO a cancelar los compromisos internacionales y por primera vez habrá una comunidad autónoma invitada: la Comunidad Valenciana.
Desde levante llegará una muestra teatral y musical con lo mejor del Siglo de Oro valenciano. Así, el viernes 17 de julio se inaugurará en AUREA el “Año Valencia” con Tirant, de Joanot Martorell adaptado por Paula Llorens bajo la dirección de Eva Zapico; y el 19 de julio se podrá escuchar al Coro de la Generalitat Valenciana y Harmonía del Parnás en “Quien amores tiene”, de varios autores, bajo la dirección de Marián Rosa Montagut, también en AUREA.
El resto del programa del “Año Valencia” se desarrollará en el Palacio de los Oviedo. CRIT Companyia de Teatre visitará Almagro con dos montajes teatrales: el 21 de julio con “Espill”, de Jaume Roig adaptado por Anna Marí bajo la dirección de Pep Sanchis; y el 22 de julio con “El increible asesinato de Ausiàs March”, de Daniel Torno y Anna Marí bajo la dirección de Marí.
Interesante este Año Valencia.
Adiós a Rosa María Sardá
Muchas voces del mundo de la cultura, los medios de comunicación y la política han lamentado la muerte de la actriz en Twitter.
La periodista Julia Otero ha manifestado que «su grandeza artística y personal estará en nuestra memoria para siempre», mientras que la escritora Maruja Torres asegura que «una cena con Rosa María Sardá y Terenci Moix rivalizando en contar anécdotas era lo mejor que podía ocurrirte en mucho tiempo».
El director J. A. Bayona ha escrito que «cómo los grandes cómicos de la historia, nos hizo reír horas y horas mientras, sin darnos cuenta, nos enseñaba a ser mejores personas» y Antonio Banderas la ha calificado como «una de las grandes de la escena española».
Ana Belén también ha querido despedirse de la actriz en la red social, donde la ha definido como «inteligente, imaginativa, reivindicativa, llena de humor irónico, maravillosa actriz».
domingo, 7 de junio de 2020
Tropezar dos veces.....
7
Habíamos
tenido mucha suerte o supimos analizar la situación con extraordinaria
habilidad, lo cierto es, que pocos días más tarde de nuestro regreso a España,
desde Italia, se cerraba al tráfico aéreo buena parte del mundo, especialmente
este bloqueo de fronteras afectaba a Europa.
No
se recordaba nada igual desde los atentados del 11-S, la crisis de la industria
sería holística, de un batacazo profundo, ya que aerolíneas, turismo, los
sectores no básicos, servicios educativos, sufrirían la imposición de la
restricción de movilidad.
En
España, el estado de alarma para confinar, para recluir a los ciudadanos en sus
casas, se decretaba desde mediados de marzo, para intentar contener una
pandemia de infección que se nos venía encima.
La
Organización Mundial de la Salud tardó en declarar oficialmente esta pandemia y
los gobiernos de medio mundo tuvieron pocos reflejos en anticiparse a los
acontecimientos. Se vieron sobrepasados por una infección que se expandía en
progresión geométrica. Los propios sanitarios se expusieron a riesgos que no
habían previsto. Fallaron las previsiones de material sanitario de protección.
Empezó a funcionar el mercado negro y de extraperlo en productos de
parafarmacia.
Lo
más indigno se desarrolló en residencias de personas mayores, abandonando a
estas personas desvalidas a su suerte, negándoles tratamientos médicos por su
simple condición de ser octogenarios. Las unidades de cuidados intensivos y las
urgencias hospitalarias se vieron desbordadas. Parecía que el apocalipsis, o el
cataclismo, esta vez sí habían llegado a nuestro mundo.
La
gente se recluyó en sus viviendas a cal y canto. Seguramente por miedo, por
ansiedad, por temor a lo que pudiera venir. Era un aislamiento que nunca antes
se había sentido, se estaba arruinando la vida social de cada persona para ser sustituida
por una especie de cárcel de papel, de cárcel de cartón, que te mantenía
ensimismado, con ratos de sudor, con ratos de palpitaciones.
El
miedo cada uno lo interpretaba de una manera, miedo a la oscuridad, miedo a la
incertidumbre, miedo a lo desconocido, miedo a un peligro invisible.
En
esas primeras jornadas de confinamiento todo era extraño, un consumo inusitado
de televisión, llamadas compulsivas a la familia y a los amigos preguntando por
la salud, preocupación por acopiar alimentos de primera necesidad, histerismo
por conseguir alguna mascarilla mágica que servía de armamento contra el virus
maligno.
Recuerdo
que había vivido una experiencia parecida, en noviembre de 1975, ejerciendo de
jefe de patrulla en una esquina del Aaiún, cuando era territorio español. En
aquellos tiempos previos a la “marcha verde” y la salida de las tropas
españolas del Sahara Occidental, se decretó un toque de queda, desde las seis
de la tarde a las siete de la mañana del día siguiente. La movilidad de las
personas estaba prohibida, se identificaba a cualquiera que pasaba por tu lado,
exiguos transeúntes y casi siempre militares españoles de alguna graduación.
Como
historiador, también me viene a la memoria el contexto del intento de Golpe de
Estado en España en 1.981, cuando el teniente general Miláns del Bosch, ordenó
la salida de carros de combate a las calles de Valencia y publicó un toque de
queda desde las veintiuna a las siete horas, pudiendo deambular por las calles
sólo dos personas y recluirse todos en sus domicilios.
Se
veían por las calles muchos coches patrulla de todo tipo de fuerzas y cuerpos
de seguridad del estado, también de unidades militares variadas, utilizando sus
altavoces para intimidad a los vecinos a no salir de casa. La propaganda
oficial lanzaba obsesivamente un “quédate en casa”, que era todo un grito
imperativo, toda una orden coactiva, amable, pero coactiva.
A
todos estos mandatos forzosos, seguramente por seguridad sanitaria, los
ciudadanos respondimos con gritos de libertad. El ritmo resistiré se convirtió
en la válvula de escape colectivo a esa prisión de papel que era el confinamiento.
Carla
y yo, salíamos cada noche a la terraza para aplaudir. Dábamos palmoteos al
aire, queriendo felicitar a aquellos que mantenían las banderas de la solidaridad,
de profesionalidad, de lo público.
Loas
y lisonjas a quien se preocupa por los demás. Una sociedad no avanza sin esas
buenas gentes que se entregan a los demás .El COVID-19 también ha hecho aflorar
una sociedad demasiado dormida, demasiado pasota a veces.
La
historia nos da a conocer acontecimientos en nuestras civilizaciones, pero no
nos enseña a no tropezar dos veces en la misma piedra.
sábado, 6 de junio de 2020
Pérez Royo en lo cierto
Javier Pérez Royo, catedrático de Dcho. Constitucional Univ. de Sevilla:
"...Ha habido un intento de golpe, de un golpe de estado como se puede hacer ahora, que ya no es con Tejero entrando en el congreso de los diputados ni recurriendo al ejército. Pero sí que ha habido un intento de deslegitimar el gobierno y de reventar la situación política en el estado.
Y de aquí viene todo esto de la manifestación del 8-M y el intento de criminalización y la colisión de Pérez de los Cobos y la jueza Rodríguez Medel, a la velocidad con que se ha hecho, contando con otras connivencias para reventar políticamente la situación y que este gobierno no fuera el gobierno que permaneciera al poder cuando ahora empiece en la UE todo el proceso de reconstrucción, que será a escala continental y que será parecida a la de después de la Segunda Guerra Mundial..."
"...No me da la impresión que la casa real haya intervenido. Ahora mismo está atemorizada (......) ahora la casa real sabe que se encuentra en una situación muy difícil y procura ser vista de vez en cuando en actos que no motiven tensión de ninguna parte...."
"...Hasta que no se haya aprobado el presupuesto del estado y, cuando menos, no se haya puesto en funcionamiento el procedimiento de la UE para encarar la crisis, veremos muchas maniobras de desestabilización política para reventar la situación..."
viernes, 5 de junio de 2020
Un encargo faraónico
6
Terminé
el desayuno, zumo de naranja recién exprimida con unos crepes rellenos de
mermelada de fresa. Me confieso un goloso, saboreo cualquier mermelada. En el
verano, solemos hacerla artesanalmente en casa, con tomates de las huertas de
nuestra tierra. Para este manjar afrancesado, tiene una santa mano Carla, sus olores son festivos en
la cocina, mezclando mantequilla, huevo, leche, canela, azúcar y harina; toda
esa revolución se derrite en una sartén
con el diámetro adecuado, que sólo usamos para ese menester culinario.
Carla
es toda una gastrónoma de cocina tradicional y mediterránea. El pasado domingo
degustamos en el confinamiento, un vermut con unas tortitas de calabacín y
anchoas que quitaban el hipo.
Me
trasladé al despacho con un café americano cortado con un hilito de “zumo de
vaca”, que diría un castizo. Saqué del cajón del escritorio el dossier de
Pascal, y tras un sorbito de café me ensimismé con aquellas páginas, tan
extrañas para mí, pero al mismo tiempo tan atractivas, tan embrujadas.
Todavía
no había contado nada a Carla de aquella lectura intrigante y misteriosa.
El
señor Garnier proseguía contando cómo le habían contratado para aquel trabajo
único. Seguramente tendría que dedicarle algunos años pero podría retirarle de
la vida laboral, salvo algún que otro capricho estético que pudiera construir. El sueldo que
le prometieron era toda una fortuna, varios millones de dólares en algún
paraíso fiscal, algún lingote de oro y una aportación mensual en dietas para
los gastos más inmediatos y usuales, además de los transportes para los viajes
que tendría que realizar. Un dinero “en negro” para una edificación
arquitectónica, cercana al Mar Negro.
Aquella
construcción secreta sería la ciudad del ARCA de NOÉ, en plena cordillera del
Cáucaso, aprovechando cuevas naturales de gran longitud, toda una fortificación
subterránea, bastantes metros bajo tierra a prueba de ataques nucleares. Todo
ello para un clan de magnates multimillonarios a los que preocupaba su propia
seguridad y la de sus familias.
De
esta forma, tipo refugio nuclear seguro, es como vendieron a Pascal el proyecto
original. Con el tiempo, fue descubriendo que, además, sería un refugio
perfecto de supervivencia ante una guerra química o bacteriológica de carácter
pandémico , también un espacio para conspirar contra el orden estableido. Todo
aquel complejo estaría custodiado permanentemente por un pequeño ejército de
mercenarios de la zona, de Armenia y Azerbaiyán, para el interior de las instalaciones;
así como “cazadores de montaña”, entrenados y adiestrados en la nieve y en los
terrenos de alta montaña en climas fríos, para su exterior. Un cuartel bien
comunicado en aquel laberinto de cuevas sería una construcción complementaria
para custodia y seguridad de aquella ciudad secreta.
Pascal
interiorizó al principio aquel encargo como un capricho de unos cuantos
supermillonarios , hartos de sus beneficios bursátiles o del éxito empresarial
en sus negocios estratégicos. Más tarde, descubría el verdadero alcance de
aquel proyecto, una perfecta guarida para una secta criminal y diabólica.
No
le resultó extraño, todos los líderes mundiales tenían refugios o búnkers
subterráneos, varias plantas más abajo de sus despachos oficiales, para dirigir
crisis mundiales que pudieran darse. La guerra fría y los tiempos de amenaza
nuclear, fueron el motivo o pretexto para la aparición de aquellas
construcciones que servían para proteger en todas las situaciones a aquellos
que tenían más poder en la tierra.
“El
cine nos ha planteado situaciones diversas de estos refugios oficiales”,
pensaba yo, mientras pasaba página.
Ahora
recuerdo un trabajo de investigación, que mandé a mis alumnos de historia sobre
los búnkeres militares en la Segunda Guerra Mundial. Me hablaron de trincheras,
fortines, búnkers artilleros y los industriales, sobre todo en Alemania. Me
hablaron de la famosa “línea Maginot” que construyó el gobierno francés entre
1927 y 1936. Incluso países presuntamente neutrales como Suiza,
construyeron numerosos bunkers en los
Alpes, como parte de su sistema defensivo ante una posible invasión.
No
sólo los líderes mundiales disponían de aquellas posibilidades de seguridad,
algunas familias pudientes adaptaban antiguas instalaciones militares, como
polvorines subterráneos, en refugios personales ante una posible hecatombe o un
apocalipsis, que suele anunciarse conforme pasan las décadas o los milenios.
Pascal
confiesa que el proyecto le resultaba atractivo, intrigante pero atractivo. Muy
bien pagado, era la ocasión de disponer después de un retiro dorado, dedicado a
fabricar aquellas maquetas de monumentos que tanto le gustaba crear. Igual hasta
publicaría algún libro con sus principales obras arquitectónicas.
Por
aquel tiempo, con el primer porcentaje de dinero que le pagaron, convenció a
Alexandra para comprar una amplia y exquisita mansión a orillas del Mar Negro,
en concreto en Crimea, un lugar paisajístico de ensueño, entre playas y aguas
termales. Aquel bombón de edificación, aislada en un amplio terreno arbolado,
con vista y acceso al mar, era un lugar paradisiaco, según su confesión, pasando
sólo el verano en aquel enclave turístico ya que el invierno era infernal y lo evitaban.
Aquellos
magnates citaron a Pascal en Estambul. Acudió junto a Alexandra, invitados en
un largo puente de turismo y trabajo. No habían estado nunca en aquella
fabulosa ciudad, heredera de Bizancio y de Constantinopla. Al matrimonio le
gustó perderse horas y horas por el Gran Bazar, con ese olor de especias de
medio mundo, así como por las tiendas de artesanía, que también les cautivaban.
En
aquella primera reunión del proyecto le pidieron a Pascal exclusividad para el
trabajo, solamente faenaría en este encargo constructivo, que debía estar
terminado en 5 ó 6 años. Debería encargarse de seleccionar a un equipo de
ingenieros y arquitectos que le ayudasen a cumplir objetivos y plazos. Podría
aceptar todas las condiciones laborales que le pidiesen y debían ser seguros,
discretos, reservados y prudentes.
En
quince días contactarían nuevamente con él para visitar los terrenos y espacios
a utilizar en aquella macroconstrucción.
miércoles, 3 de junio de 2020
Tendremos teatro
Tendremos Festival de Teatro en este fatídico 2020,la pandemia de Covid 19 no va a impedir nuestra actividad cultural más importante del año.
Será reducido del 14 al 26 de julio.Se debería utilizar más el medio de internet.
Nos mostramos a favor de dicha celebración, no por la economía sino por la cultura que, nuevamente se pone en pie.
Será reducido del 14 al 26 de julio.Se debería utilizar más el medio de internet.
Nos mostramos a favor de dicha celebración, no por la economía sino por la cultura que, nuevamente se pone en pie.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)