Pedro, Pedro, Pedro. Tantas veces Pedro. El nombre de Pedro envenena los sueños de Alberto Núñez Feijóo y engorda el arsenal de metáforas denigrantes del columnismo conservador.
El uno y los otros se han pasado todo el año 2024 exigiendo una dimisión del presidente del Gobierno que nunca llegaba, y ello a pesar de que, según el dictamen más reciente del presidente del PP, para ellos “nunca ha habido un año con más corrupción, escándalos y desigualdad”.
A los intelectuales orgánicos de la derecha española les costará superar en 2025 el listón de las injuriosas hipérboles puestas en circulación a lo largo de 2024.
Pedro Sánchez les pone de los nervios.