Editorial dclm de ayer
Pasados los primeros momentos de euforia de unos y honda pesadumbre de otros, se afronta ahora con mayor realismo el futuro de Castilla-La Mancha. Se han iniciado ya las primeras tomas de contacto entre Socialistas y Podemos que, unidos, pueden sumar mayoría de escaños en nuestras Cortes. La formación de Pablo Iglesias ha puesto dos condiciones básicas: acabar con los Gobiernos de la corrupción y el "austericidio", los recortes suicidas que achaca al PP. Sin embargo, tiene también claro que "no va a entregarle un cheque en blanco" al PSOE, sino que negociará en base a su programa y a dos ejes claros: "Tolerancia cero con la corrupción" y asumir "un giro 180 grados en las políticas de recortes".
Se trata de dos exigencias justas e imprescindibles con las que pensamos no tendrá grandes dificultades para pactar con Emiliano García-Page, quien se ha comprometido además a blindar la sanidad y la educación pública en nuestra Región.
Ciudadanos también ha puesto exigencias como un pacto anticorrupción, primarias obligatorias, listas abiertas y que los partidos no acepten las donaciones de empresas. Se supone que las exigencias no tendrán carácter retroactivo porque, de otra manera, es imposible cualquier tipo de pacto con el PP que no ha cumplido, ni cumple con ninguna de estas exigencias. A no ser que Ciudadanos conceda una amnistía política al partido de Rajoy y Cospedal.
elObservadorDclm
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