Anoche participamos de una grata experiencia. Asistimos al cine de verano en la playa, a la orilla del mar. Toda una tradición de las vacaciones al fresquito del Mediterráneo.
Al llegar, cientos de cabecitas ya acurrucadas en sus sillitas y tumbonas playeras, muchos de los expectantes espectadores con sus bocadillos, coca colas y ensaimadas. Después las pipas, también una costumbre creo que histórica y extendida por todos los territorios.
"Atrapa la bandera" fue el espectáculo fílmico, que fue desgranando sobre la pantalla diversos valores para el público más menudo: la unión familiar, el respeto a los mayores, la amistad en las pandillas, el humor con responsabilidad, la innovación y la creatividad, el respeto al pasado, la ayuda a tu país, y un largo etc. Al terminar , un largo aplauso puso el broche de oro, como expresión de que el respetable lo había pasado bien.
Una gozada , a la fresca de la noche y al borde del mar que nos ha traído tantas nuevas civilizaciones en tiempos pasados. El cine como cultura, como tradición, como espectáculo cívico y ciudadano.
Una noche mágica , con la luna creciendo y esperando alguna perseida,pero sólo aparecieron pokemon de agua¡
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