Este presidente del Gobierno que tenemos no nos lo merecemos. O se calla y permanece inmóvil como el Don Tancredo del Ruedo Ibérico, o se tira alegremente al pilón de la opinión pública guardándose y mucho las espaldas para solo acudir a entrevistas ‘seguras’ y evitar sorpresas en debates y encuentros no deseados o inesperados. Por eso no quiere participar en los debates ‘a cuatro’ con Sánchez, Rivera e Iglesias y se ha reservado el mano a mano con Pedro Sánchez para el día 14-D.
Este nuevo Mariano presente en mítines y curiosos programas de radio y televisión ha decidido que para pelear con la ‘troika del cambio’ vaya su adjunta Soraya Sáenz de Santamaría que es un buen ‘perro de presa’ en las discusiones políticas y bailaora por sevillanas y otros ritmos al anochecer.
Y Soraya está encantada y se frota las manos de pensar que con dicha oportunidad ella queda nominada como la sucesora de Rajoy. E incluso si llegara el caso de que el PP pueda formar gobierno en coalición pero sin la presencia de Rajoy, por exigencia del partido acompañante, ella se presentará como la presidenta del Gobierno ‘in pectore’ para dicha, y en nada descartable, situación.
Ya hace tiempo que Rajoy había descubierto la oscura ambición de su vicepresidenta y por eso durante unos meses la mantuvo en el dique seco, mientras daba alas a García-Margallo, el hablador. Pero ahora y mientras Soraya afila sus garras para el debate del día 7, don Mariano se dedica a buscar votos por programas populares de la radio y la tv.
El miércoles se dedicó en la COPE a comentar en directo un partido del Real Madrid, en compañía de su hijo Juan, al que le propinó un par de collejas por calificar de ‘basura’ unos comentarios de Manolo Lama en un videojuego. Lo que hace pensar que algún otro, como Moragas, se habrá llevado mas de un pescozón del presidente en sus ratos libres.
Aunque lo más llamativo de la intervención de Rajoy en ese programa fue su afirmación de que ‘la mejor defensa es una buena defensa’. Lo que algunos interpretaron como una frase absurda más del Presidente en línea con otras parecidas como la de ‘los vasos son los vasos y los platos son los platos’.
Pero las palabras de Rajoy no eran a vuela pluma sino intencionadas y desvelan una vez más su estrategia política. Y en lugar de decir, como cabría esperar, que ‘la mejor defensa es un buen ataque’ el presidente dejó claro que lo suyo, como lo del Real Madrid, es lo de atrincherarse atrás y esperar al contraataque, lo que tiene sus ventajas y sus riesgos como se ve en las encuestas.
Aunque ahora y de un tiempo a esta parte el presidente va al ataque en la campaña electoral por más que huya del cuerpo a cuerpo con el pleno de sus adversarios políticos para, finalmente, quedarse a solas con Pedro Sánchez a quien piensa que puede derrotar con facilidad.
Espantadas y collejas a propios y extraños, ésa es la pasión actual de Rajoy, quien además no dice ni pío sobre la guerra contra el ISIS por más que grama Aznar con cara de pocos amigos, mirando fijamente a Rajoy, a quien ha querido embarcar en la coalición de Hollande y antes en el cuerpo a cuerpo con Artur Mas. Dos asuntos pendientes que muy pronto ya se verá si estallarán antes o después del 20-D.
Lo de la guerra parece claro que puede esperar. En cuanto a Mas todo depende de la CUP. Pero si los ‘cuperos’ finalmente lo invisten como el presidente de la Generalitat el desafío puede estallar. Y en ese caso las collejas -como las livianas de la consulta el 9N- no valdrán para frenar semejante embestida y entonces llegará para Mariano Rajoy la hora de la verdad.
Navegando por la red.- Marcelo, en república.com de ayer
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