El Partido Popular ha iniciado su campaña a las próximas elecciones generales. Parte de su discurso se basa en potenciar la idea de radicalidad de los dos partidos que, unidos, pueden ganar a Rajoy por goleada: el PSOE y Podemos.
Como es sabido, los radicales libres son electrones sin pareja que se dedican al robo de parejas a otros para conseguir su propia estabilidad. Hay que recordar al Partido Popular que si alguien se ha comportado como un radical, libre o libertino, ha sido el partido de Rajoy y Cospedal. Han sido radicales en todo, particularmente en su prepotencia y falta de diálogo Tanto es así que ahora les cuesta mucho robar alianzas porque nadie, (excepto ese extraño electrón llamado Ciudadanos), ni siquiera se plantea, de momento, la posibilidad de prestarles apoyos, en ningún lugar y en ninguna circunstancia.
El Partido Popular ha sido radical en sus mentiras, en sus finanzas en B, su dinero negro, sus sobres, su corrupción archidemostrada en diferentes tramas. El PP ha sido radical al cruzar con descaro muchas líneas rojas, Educación Pública, Sanidad Pública, Dependencia, IVA...que prometieron no cruzar nunca. El PP ha sido radical dando la espalda a los ciudadanos, en particular a los más necesitados: en España, uno de cada tres niños, pasa hambre con este gobierno radical.
No está en la mejor posición el PP de basar su campaña en alertar de la llegada de los radicales, cuando ha sido su propia radicalidad la que ha favorecido la aparición de nuevos partidos y nuevas mayorías. Los radicales libres, los que no tienen con quien pactar, son responsables de su propio envejecimiento.
elObservadorDclm
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