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sábado, 2 de noviembre de 2013

Huesos y buñuelos

A pesar de la crisis estamos en época de tradición, en época de buñuelos y de huesos de Santos, al menos en Almagro.

 Puede que alguien recuerde que, antes de caer en el mercantilismo de la desmadrada versión americana de la fiesta celta de los muertos, eso que llamamos 'Halloween', por aquí teníamos nuestro Día de Difuntos, con su noche incluida. Claro que era la noche del 1 al 2 de noviembre...

Noche, claro está, de terror, en la que se contaban hechos espantosos, alguno de los cuales ('El monte de las ánimas', El tío del saco" , 'El Miserere'...) mereció el regalo de la pluma de Gustavo Adolfo Bécquer. Noche, también, de representación de un clásico en el que vivos y muertos comparten escenario: 'Don Juan Tenorio', de Zorrilla...en nuestro Corral de Comedias.Un acierto su representación. 

Al alba, o antes, al toque de maitines, las sombras se disipaban, y se pasaba al Día de Difuntos: la gente compraba flores para adornar las tumbas de sus familiares fallecidos. Los cementerios se llenaban de gente, las floristerías hacían su agosto en noviembre, y aquí paz y después gloria. Pero con acompañamiento dulce. Con repostería propia. Los huesos de santo y los buñuelos.

 Sobre todo, los buñuelos. Rellenos de cosas dulces. Los clásicos (crema, nata, chocolate, cabello de ángel...) y los 'creativos', en los que puede esperarse cualquier cosa: hasta con jeringas de licor para inyectar en la masa en el momento de tomarlos.Los he visto aunque no probado.
 
Los buñuelos almagreños de Todos los Santos son muy bonitos, tan redonditos ellos, con su azúcar en polvo por fuera... Los buñuelos de cada día salen cada uno a su padre o a su madre en la forma, pero, eso sí, han de ser, cómo no iban a serlo, abuñolados. Bien secos: hay que escurrirlos a conciencia. Luego... dulces, o salados: ustedes tienen su paladar.
 
Los huesos de Santo  no tienen una forma definida 'de hueso'. No son más que canutillos de mazapán que se recubren de almíbar, que es lo que le da ese toque de color tan blanco. Antiguamente, el interior se rellenaba solamente de una masa dulce de yema, aunque con el paso de los años se fueron diversificando los rellenos y ahora los podemos encontrar de todos los sabores: desde gustos tradicionales como chocolate, trufa o coco, hasta otros más atrevidos como el plátano o la frambuesa.Se elaboran artesanalmente en las mejores pastelerías y confiterías, entre ellas, las almagreñas.Eso sí, los tradicionales sólo.
 
Receta de buñuelos para los lectores más galgos:
 
Ingredientes: 250 ml agua, 125 g mantequilla, sal, 1 cucharada de azúcar, 1 cucharilla de levadura en polvo, 150 gr de harina, 3 huevos (aprox.), azúcar (para rebozar), 1 chorrito de anís y ½ litro de aceite .
 
Elaboración:
Fundir la mantequilla en el agua caliente sin que llegue a hervir con una pizca de sal, la cucharilla de levadura en polvo y la cucharada de azúcar. Retirar del fuego, echar de golpe la harina y mezclar bien. Llevar nuevamente al fuego y cocer a fuego suave hasta que la masa se separe de las paredes de la cazuela. Retirar del fuego y dejar que pierda calor. 
 
Añadir un chorrito de anís a la masa y a continuacion agregar los huevos de uno en uno hasta obtener una masa cremosa, ni muy espesa ni muy líquida. Finalmente freír porciones de masa en abundante aceite a fuego moderado. Pasar a papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y finalmente rebozar en azúcar.
 
 
 
 
 
 

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