No es el título de la última película de intriga o de espías es, simplemente, un escándalo actual de los grandes capitales, de los grandes negocios de los poderosos y de los grandes defraudadores a la sociedad común que somos y nos hemos dado.
Se dicen patriotas pero sólo son víctimas de sus pasiones desbordadas para engañar a todos, ocultar sus bienes y hacer todo lo posible por blanquear cuentas económicas a costa de reírse del resto de ciudadanos decentes.
Son insaciables, disponen de riquezas en exceso no teniendo problemas para llegar a fin de mes, no conocen el salario mínimo ni la subvención del parado; y a pesar de ello juegan a ser traidores a la convivencia democrática.
Son primeros ministros ( que al menos dimiten), esposas sufridas de Comisarios Europeos, hermanas de Reyes Eméritos, deportistas con la bandera al cuello, cineastas muy puros cuando se trata de evaluar a los demás, hijos de "Honorables" políticos; todos ellos son tunantes camuflados de líderes sociales.
Sus liderazgos han resultado ser de pacotilla, que diría mi abuela, han querido ocultarnos sus pecados mortales pero desde el paraíso fiscal nos hemos enterado gracias a periodistas adictos a la verdad.
No, los Papeles de Panamá no es una película de ficción, es una pura verdad reiterada machaconamente en estos tiempos de crisis: los pobres cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos.
¡Dan ganas de vomitar¡
Ángel López Jiménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario