Navegando por la Red
Se cumplen cien días desde la llegada del nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha y la actitud de los ciudadanos y las cifras demuestran que hay otro talante que ha despertado la ilusión y la esperanza, mientras el PP sigue instalado en el victimismo y la mentira.
En un articulo de opinión del portavoz del PP en las Cortes regionales, Francisco Cañizares prosigue con el mensaje machacón de los populares empeñados en negar la evidencia y acusar al presidente Emiliano García-Page, que sí ha formado gobierno gracias a un aacuerdo parlamentario con Podemos, de "destructor". Un apelativo que si algunos se han ganado con laureada han sido los populares en Castilla-La Mancha que, en apenas cuatro años, además, han perdido la confianza de sus electores y lo que es mucho peor para ellos, de gran parte de su militancia.
Cómo pueden hablar de destrucción los que literalmente se habían cargado el estado del bienestar de la región, los que olvidaron a los más necesitados de la comunidad, los que han recortado al máximo a los parados; los que han expulsado con sus políticas anti empleo a miles de jóvenes, y no tan jóvenes, que han emigrado para labrarse el futuro que aquí se les niega y los que en contra de su pregonada recuperación y ajuste de las cuentas regionales han dejado el doble de endeudamiento, miles de facturas por pagar y hasta programas que vendieron con grandes alharacas sin dotación presupuestaria.
Muchos agujeros económicos, incumplimiento del déficit, trabajadores empobrecidos, familias excluidas, desahucios, leyes retrógradas y muchas mentiras forman el bagaje de la herencia que han dejado Cospedal y su Gobierno por mucho que la realidad de argumentario con la que nos machacan cada día obvie estos asuntos y otros (como las corruptelas púnicas y gürteles, la caja b del partido, los casos Bárcenas y Rato, etc... ) se ciñan simplemente al somos los mejores y sin nosotros el caos.
Pues han pasado cien días desde que abandonaron el poder y en Castilla-La Mancha se respira mejor y se aspira a mucho más. Sin fracking, sin ATC, con la defensa del agua frente al expolio del trasvase; con los dependientes en el lugar de atención que les corresponde, con un plan por el empleo que atenderá especialmente a los jóvenes, los mayores de 55 años y los parados de larga duración; con más recursos sanitarios y sin el contrato, que no convenio, con Madrid; con mejores perspectivas para los servicios sociales; más escuelas rurales; más profesores, más empleados públicos y un clima de diálogo que, anuncian, se seguirá extendiendo para hacer una política inclusiva y no excluyente como se ha hecho en los últimos cuatro años. Porque Castilla-La Mancha somos todos y no unos pocos coincidentes en ideología u otras afinidades.
Asi que, llegados a este punto, y tras cien días del nuevo Ejecutivo castellanomanchego, el discurso monotema del PP y su ataque constante a la figura del actual presidente, se queda sólo en afrenta continua que a veces roza el ridículo, palabrería caduca, vacía y exenta de claves que les pueda dar resultado electoral, que al fin y al cabo es lo que parece que más les preocupa. Un clima éste de enfrentamiento permanente, de lenguaje grueso y exageraciones que les está restando toda la credibilidad y que les sitúa en un frentismo que los populares achacan a los otros grupos, PSOE y Podemos, y que, a juicio de otros, deja al descubierto la rabia con la que han asumido la pérdida del poder en la región.
Han pasado cien días y se han ido sentando las bases de la acción política. Ahora hay que ir concretando y cumpliendo los compromisos para no defraudar a una comunidad muy castigada que se merece que sus políticos centren el foco en las necesidades de la mayoría y en generar las condiciones necesarias para progresar en todos los sentidos
(Fuente.- editorial elporvenirdeclm
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