Dame el aguinaldo

Hoy es Noche Buena y no es tiempo de reivindicaciones o conversaciones tristes, ni diálogos de políticos sordos,ni reflexiones de ciudadanos indignados. Hoy es tiempo de PAZ, en todos los sentidos: en la sociedad, en las familias, con uno mismo.

Hoy ha sido una  fecha de rememorar el aguinaldo, de devolver a la actualidad una tradición perdida. De pequeños, pertrechados con instrumentos musicales  básicos, llamábamos a las puertas y se cantaban villancicos a quien solía abrir para regalar un dulce, un mantecado artesano, unos conguitos o unas monedas de aquellas pesetas sueltas que parecían resguardarse en los bolsillos al calor de la necesidad.

El aguinaldo  era un regalo en dinero que los familiares daban a los hijos ,o  nietos, por Navidad, a modo de añadido a la paga mensual para sus caprichillos de fin de semana, y también los que daban los jefes a los empleados de forma voluntaria, además de la paga extra de Navidad.

En algunos paises Sudamericanos el concepto aguinaldo existe`para referirse  al  sueldo anual complementario, mensualidad extra que se paga una vez por año a los trabajadores en blanco cuyo convenio no lo excluya expresamente, generalmente en dos cuotas, en junio y diciembre.Se le llama el medio aguinaldo, lo que en  España sería las denominadas pagas extra. Así mal llamadas ,toda vez que en realidad corresponden a sueldos de catorce pagas anuales.

Los tiempos han cambiado, cabalgando con la crisis, se nos antoja que los funcionarios Españoles se han quedado sin su "medio aguinaldo", que los trabajadores en general no habrán visto ese sobre especial, y que bastantes de los parados llamarán ahora aguinaldo al banco de alimentos.

Quizás los niños, con su inocencia, habrán vuelto a cantar villancicos tras golpear los llamadores en las puertas. No creo que hayan obtenido un euro de golpe. Un euro son muchas pesetas. Seguro les han obsequiado con sonrisas y chuches.¡ No es poco¡.

Pidamos esta noche de Noche Buena el aguinaldo al alma de la comprensión, al alma de la convivencia, al alma de nuestros sueños compartidos.