En las elecciones municipales últimas del 2015, el PSOE en Almagro obtuvo 1.950 votos, casi igual que en 2011; no obstante la aparición de cuatro grupos políticos y la división del bloque de derechas hizo que se alzase con un concejal más que en 2011 y que ese grupo de minoría mayoritaria haya podido gobernar en solitario.
Pero los datos son reveladores, ya en las Generales de 2015 el Partido Socialista obtuvo 246 votos menos ( 1597), y ahora, el pasado 26J ,sólo 1351 votos. es decir, 600 votos menos que en las municipales 2015.
Perder 600 votos en un año es problemático, encima gobernando, que podría ser un empuje para la confianza de los ciudadanos. Esos 600 votos menos es para reflexionar profundamente y, tal vez, cambiar políticas y actitudes.
Es tiempo de pararse y analizar lo que los ciudadanos perciben de la dirección actual de la gestión municipal. El activismo municipal doméstico, el hacer las cosas de siempre, el no molestar a los contrarios, el centrarse solo en cuestiones fiscales, los errores de nombramientos efímeros, el no tener iniciativas...se terminan pagando con la indiferencia.
Seiscientos votos menos es para pensarlo bien y reaccionar. ¿Quizás la comunicación? ¿Quizás la presencia en la calle? ¿Quizás en innovaciones e iniciativas? ¿Quizás participación ciudadana? ¿Quizás planes a medio y largo plazo? ¿Quizás...?.
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