Sin embargo nos gusta más el verano con las golondrinas en su nido de nuestro patio, bajo el portal. Intentamos rodearnos de verano siempre , al rebufo de un trozo de sandía fresquita.. Y cuando el verano se pierde intentamos pararlo; frenar nuestra acelerada vida; respirar profundo, y pensar: enamorado del verano. A él queremos hablarle en versos allá por las ferias y a él volvemos siempre que nos sentimos perdidos.
Ahora llega, sin saberlo, y ahí está, a nuestro lado. Siempre a nuestro lado. Hay que vivir el verano en toda su intensidad, al calor de la siesta y al fresquito de la madrugada. ¿Habéis probado el agua de un botijo en la ventana cuando el gallo canta?.
El verano es tiempo de vacaciones soñadas. !Os invitamos al verano¡.
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