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miércoles, 15 de junio de 2016

Cervantes en Almagro




Amanece en la “Ciudad del Teatro”, pausadamente el bullicio callejero sube en intensidad con la música de los timbres de las bicicletas, las campanas de las iglesias y el revolotear de golondrinas y vencejos.  Estamos a primeros de julio y he bajado de mi morada permanente, la estrella Numancia, para asistir al homenaje que en este IV Centenario de mi muerte, me dedica el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.

Por mi edad me encuentro eternamente mayor, con achaques, he perdido el lenguaje de mi tiempo, pero mantengo intacto el apetito novelesco y  teatral. No es la primera vez que visito  este Almagro contemporáneo, mi espíritu estuvo en el III Ciclo de Teatro Clásico Español, en 1.969, con “Pedro de Urdemalas”, bajo la dirección de José María Loperena.

Me vienen a la memoria algunos versos de Urdemalas: “No eres sino vn parlero, /adulador, lisonjero/ y, sin por que , jactancioso,/en verdades mentiroso/ y en mentiras verdadero”. ¡Cómo me gusta recordar mis escritos!. Me sabrá a gloria bendita escucharlos declamados por la Joven Cia. de Teatro Clásico, en su nuevo estreno nacional bajo la dirección de Denis Rafter.

Tengo entendido que el Festival de Almagro es un acontecimiento cultural nacional y que el elenco de Directores Escénicos que se pasearán por las empedradas calles almagreñas, son todo un orgullo de la profesión; entre otros, Helena Pimenta, Eduardo Vasco, Gutierrez  Caba, Gerardo Vera, Ana Zamora, José Luis Gómez, Paco Carrillo, Laila Ripol, Yayo Cáceres. Almagro es todo un referente cultural en los tórridos veranos, y “los  teatros”, como dicen sus gentes, toda una sensual y cariñosa  sensación  de emociones y experiencias a la fresca de la noche, aunque la temperatura suba notablemente  con los comprometidos aplausos de los espectadores.

Tiene mucho mérito que Almagro haya sabido poner en valor, y darle autenticidad, al Corral de Comedias desde su rehabilitación en 1954, tras el olvido de las costumbres que el tiempo dilapida cuando cambian las modas y los divertimentos. Los Ciclos de Teatro Clásico, Las Ferias Teatrales y el Festival Internacional de Teatro Clásico desde 1.978. ¿ Nadie quiere que vuelvan a celebrarse esas Ferias Teatrales de agosto?.

Igual a los que mandan en  el Festival se les olvida seguir honrando mi memoria en el 2017, pero se cumplirán 40 años de Festival, un momento para tirar la casa por la ventana; con más estrenos que de costumbre incluida la CNTC, con más presupuesto, convocando un certamen de diseño para el cartel anunciador, más teatro de calle, más funciones de determinados montajes y, sobre todo, un momento de reflexión para hacer al Festival más grande, más estable y  más internacional.

Por cierto, S.M. la Reina Dña. Sofía asistió al II Festival en al año 1.979, aunque no era una obra creada por este servidor, se representó La dama Boba  de mi “amigo” Lope de Vega.  Hay que plantearse invitar a los actuales Reyes de España a asistir a uno de los montajes en el 40º cumpleaños del evento.

 Esta mañana todavía seguiré un buen rato aquí sentado en la escalinata de San Blás , hasta que la “Ciudad del Teatro” sea bañada intensamente por el sol abrasador y me retire a algún patio fresquito, recordando versos de Cristina en mi “licenciado vidriera”,” igual soy malo, brujo, un viejo y no tengo más que decir”.

¡Si, se me olvidaba, Almagro me encanta!.

Ángel López Jiménez

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