En la Web del Ayuntamiento de Almagro, aparece esta foto adjunta que muestra una desapacible noche del 28 de agosto, donde hubo que suspender la actuación de la Plaza Mayor. La tormenta amenazaba y amenazaba y la noche no atraía al regocijo de los más mayores.
En el real de la feria a las doce de la noche, estábamos unos cuantos mortales refugiados entre los toldos de los chozos o al calorcito de un vaso de plástico con chocolate y churros. Era nuestra tradicional manera de decirle adios a una feria 2013 que ha estado muy devaluada por la supresión de las corridas de toros, especialmente la de más solera y tradición como la del 25 de agosto.
Nadie,desde instancias oficiales, ha realizado un balance de ferias hasta el momento. Si lo hubieran realizado nos habrían dicho que todo el mundo ha estado conforme con los recortes y ahorros, por eso no ha habido toros.Nos habrían valorado las toneladas de basura recogidas como dato del número de asistentes al recinto ferial.Tal vez nos habrían conformado contando que cada noche las 500 sillas de la Plaza Mayor se llenaban con el espectáculo diario y que en las verbenas el público danzaba hasta el amanecer. Balance de éxito rotundo y el que no se conforma es porque no quiere.
Pero la REALIDAD es obstinada y los cuentos son sólo para quien quiere escucharlos. Los demás los cuentos los oímos lejanos y no nos dejamos seducir por esas sirenas de la Iliada que engatusaban a Ulises.Tenemos un poquito de cera en los oídos compuesta de análisis, valoración crítica, reflexión ciudadana y ganas de mejora e innovación.
Almagro dejó marchar hace años la grandeza de su feria ganadera, tan popular y señalada. Los tiempos son otros, pero hay pueblos que han sabido rentabilizar sus productos: Manzanares con su feria del campo y maquinaria agrícola,Alcazar y su feria de los sabores del Quijote, Infantes y su fiesta del pimiento, Villanueva de la Fuente con su feria de caza y turismo, Socuéllamos y Tomelloso y Valdepeñas con sus ferias del vino, Membrilla con el melón, Miguelturra con su feria dle stokaje, y ahora Bolaños con su tunel de los sabores Calatravos. En Almagro no supimos, en tiempos pasados, sustituir la grandeza de nuestras ferias y fiestas por un futuro alternativo. Nos quedaba la solera y tradición de la fiesta taurina, y este año se la han cargado. De todo lo de tiempo atrás somos culpables todos un poco, de ,lo de este año los culpables tienen nombre y apellidos.
Nuestras Ferias, más allá del Patrón, no tienen ninguna otra imagen que enganche. En este 2013 nos hemos dejado en la gatera también el pretigio de los toros, cuando los ha habido en todos los pueblos de nuestro alrededor.
La imagen cultural ha brillado por su ausencia. Los principales espacios escénicos han permanecido cerrados a cal y canto. Los espectáculos de la Plaza Mayor son de índole menor o, en todo caso, para un público muy concreto en la edad.
Para el público de 15 a 50 años no se ha programado nada, más allá del deporte , la verbena,los chozos o el botellón en la esquina oscurecida del recinto ferial.
De la Feria de día que tienen muchos pueblos, nada de nada. Aquí no hay imaginación para los bailes del vermut, los concursos gastronómicos variados, las catas de productos, los debates,los desfiles de charangas o de coches churrilocos. Nuestra única aportación es el desfile de caballos y calesas, que está bien, pero que se antoja escaso en la programación global.
Nos quedamos con nuestro conformismo. Mientras, podemos sentir envidia porque en Puertollano actua gratis HUECCO con su disco Dame Vida; en Daimiel se han llenado todos sus hoteles con la actuación de Pablo Alborán, en Villarrubia de los Ojos un homenaje a Mecano y, hasta en las ferias de Terrinches, pueblo 20 veces más pequeño que Almagro, ha actuado en sus ferias Triana y José el Francés. ¿Porqué no hay algún tipo de conciertos en ALMAGRO?
Hasta el próximo año quedémonos con esta imagen, la portada de nuestro recinto ferial, en el que hemos brindado con un vaso de vino y unas berenjenas por nuestra salud,por nuestras ilusiones,por nuestros anhelos colectivos, por nuestras alegrías.
Quizás alguna vez tengamos unas ferias dignas de nosotros mismos. ¡Que no nos cuenten cuentos, que nos ayuden a soñar¡.
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