Natalia Menéndez, directora de la Fundación Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, recogió la noche del pasado lunes el Premio Max a la Contribución a las Artes Escénicas 2017 en una gala que reivindicó la autoría femenina y el papel de las mujeres en las artes escénicas.
Fue uno de los tres premios especiales (hubo 23 categorías) concedidos por el comité organizador, junto al Max de Honor, al dramaturgo y director sevillano Salvador Távora, y al Max Aficionado, para el grupo de Teatro Yeses.
Menéndez agradeció el reconocimiento “a todos los que han hecho visible y grande este universo teatral” a lo largo de 40 años, entre los que nombró a los siete directores que la han precedido, a los patronos, a los patrocinadores públicos y privados, a los almagreños y a los espectadores.
“Cuando recorremos los bellos espacios de Almagro y vemos y oímos al público entregado con las maravillosas compañías nacionales e internacionales puede que alguien se pregunte y toda esta magia cómo puede ser que este aquí”, indicó.
Y explicó que desde 1978, cientos de técnicos han trabajado y trabajan durante meses para preparar el certamen, y para hacerlo “visible y grande como universo teatral”.
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