Mañana martes es San Antón, el final del ciclo navideño o el inicio de los Santos Viejos, por lo que esta noche se quemarán hogueras en cada esquina de Almagro y en la explanada de la ermita de San Juan; esas hogueras serán la continuación de la fiesta más familiar, se cantará como siempre, se intentará bailar, se hablará mucho y se comerá más.
Es todo un rito del fuego purificador que animará la gélida noche de invierno. El fuego será, una vez más, el lazo de unión para la convivencia vecinal; es como el recuerdo de la reunión familiar junto a la chimenea del hogar, único lugar de la casa que antaño permanecía caliente con los trozos de gavillas, las cepas viejas de los majuelos y algún que otro ramaje de las numerosas encinas.
En las hogueras de esta noche quemaremos nuestros trastos viejos para comenzar el año nuevo con renovadas ilusiones y perspectivas innovadoras. Que no falte el tradicional tiznao , los hornazos, las patatas asadas con sal y la limonada popular y juguetona. Tampoco faltarán los pocos grados de temperatura invernal, pero pelillos a la mar; mientras ,los jamones ya curan en las cámaras de las casas para convertirse en ricos manjares de otras fiestas de más temperatura.
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