Artículo de opinión
Rebeldes: Primarias
y Congreso Socialista con urgencia
Vivimos tiempos críticos y convulsos en el Partido Socialista, sobre todo
desde que la “vieja guardia de líderes” vieron
en peligro sus indicaciones e influencias de dictar políticas de antaño
desdeñando a los militantes ; pensaron que las renovaciones precisas para los
descalabros electorales a partir de las últimas elecciones europeas y por el
cambio nocturno , inoportuno y maléfico
del económico artículo 135 de nuestra Constitución, se curaban con un relevo
generacional tutorizado y aplazando todo lo demás, como serían nuevas ideas y
propuestas socialdemócratas que dieran respuesta a un mundo globalizado y
acomodaticio, además del ejemplo de las conductas en los políticos para superar
el descrédito de la política y la indignación de los ciudadanos.
Se equivocaron estos “dueños” del PSOE, algunos se autotitulan líderes territoriales;
lo vieron claro en cuanto el nuevo
Secretario General Socialista empezó a caminar por libre, con aciertos y con
errores, pero siempre bajo la vigilancia y las líneas rojas de aquellos que se
sintieron amenazados por quien intentaba marchar con autonomía hacia la
recuperación de la dignidad de la
política y de la transformación del PSOE, donde los militantes tuvieran
protagonismo democrático y voz colectiva.
Después del “golpe palaciego” (cualquier excusa valía, hasta
las supuestas informaciones secretas) para defenestrar al Secretario General y
mantener un “régimen de excepción” en el Partido, se han sincerado y en un
claro intento de “zurcir” el PSOE, algún todopoderoso ha declarado en relación
a Pedro Sánchez: “Ha intentado hacer lo mejor que sabía, pero probablemente no
sabía”. Otros más cercanos, han venido a pontificar que “el Partido era una
charca”.
Con tal desprecio intelectual, sus subconscientes les han
delatado ; efectivamente, Pedro Sánchez se les había rebelado, y les estaba
haciendo frente para no doblegarse ante la fosilización del Partido y el
maquillaje o liposucción ideológica de dejar gobernar a los conservadores más
conservadores de nuestro país. En la sesión de investidura que hizo Presidente
del Gobierno a Rajoy, los socialistas no votamos abstención sino rendición. Y ahora,
la endogamia política y el aparato del PSOE, intentan hacer olvidar los graves
acontecimientos de desunir legalidad y legitimidad de la vida interna del Partido
Socialista. Igual obviando que mientras no esté en orden democrático lo
interno, no podremos reclamar atención ciudadana y electoral para la gobernanza
de lo externo.
En la provincia de Ciudad Real parece haberse impuesto el
silencio. No pasa nada si todos estamos callados.¡ Pero claro que pasa¡. Los
silencios siempre son anodinos, la ausencia de debates y de posicionamientos
quizás conduce a la ausencia de criterios; forma parte del manual de
supervivencia de los políticos al uso, no decir nada, o poco, o no decir lo que
se piensa. Algunos líderes provinciales han votado en el Comité Federal en
contra de mi posición personal; les puedo comprender desde la “ética de la
responsabilidad” de la que hablaba Weber, si su posición la creían correcta;
pero tendrán que respetar la “ética de la convicción” de otros muchos, ya que
con un Presidente del Gobierno que en la sesión de investidura nos llamó
“otros”, no se pueden tener negocios a medias. Weber consideraba que
“responsabilidad” y “convicción” pueden ser complementarios y no antagónicos, siempre que se basen en la
verdad. Pero tenemos que aceptar que en los últimos muchos meses el PSOE se ha
asentado en una “charca de mentiras”: desconfianzas, silencios malignos,
conspiraciones en la sombra, cenas secretas , deseos que el líder se estrellase y, ahora,
purgas.
Expresar opiniones plurales debería ser lo normal en un Partido
Socialdemócrata. Tener opinión en la acción política, probablemente es lo que
conecta a los ciudadanos con sus representantes, en vez de esas aburridas
declaraciones y eslóganes que de tanto repetirse resultan insufribles .La
homogenización de discursos con los argumentarios oficiales provocan la
simplificación de la política y la indiferencia
de los ciudadanos.
Los militantes y votantes del PSOE no podemos olvidar lo
ocurrido; y no podemos conformarnos con ser extras en el reparto de la vida
política, para que los personajes principales sean siempre los mismos. Queremos
ser actores programando, en la medida adecuada, el viaje y la elección del
destino que debe tener el nuevo PSOE
para posibilitar el gobierno de España y sus diversas instituciones públicas,
con la autonomía necesaria y con vocación mayoritaria.
Un proyecto político socialdemócrata en el que no decida la
militancia no será un proyecto político válido ni democrático. Los tiempos han
cambiado, no pueden decidir sólo los “mandamases” ni las “mesas camilla”, es
preciso dar voz a todos los miembros para que el proyecto sea colectivo y
extensible.
Necesitamos Primarias y
un Congreso Federal con urgencia, sin esperar que los tiempos le cuadren a alguna lideresa;lo
necesitamos para encontrar liderazgos
compartidos, avanzando en una renovación política socialdemócrata que,
según escribió Mendiluce en su libro “Tiempo de Rebeldes”: “reivindique la
política, recupere la ética, rescate las palabras, actualice las ideas, utilice
el conocimiento y la tecnología, ame la diversidad y tome la iniciativa”. Sobre
todo, con los más desfavorecidos.
En el PSOE se necesita
un nuevo ciclo de “rebeldes”, demostrando a la actual Gestora del Partido y sus
padrinos/madrinas que la militancia no es débil, ni influenciable, ni
olvidadiza. Los militantes nos basamos
en la “ética de las convicciones” y las convicciones ni mutan ni se olvidan con
facilidad.
Ángel
López Jiménez.
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