Política: entre humor y consenso.
Hace escasamente un mes se producía el Debate sobre el Estado
de la Región de Castilla La Mancha; al margen de su desarrollo, lo importante
es que al celebrarlo se ha cumplido un compromiso electoral. También era un
compromiso del programa electoral nacional de los Socialistas, el celebrar un
Debate Anual del Estado del Municipio, allá donde se gobernara. Han pasado 15
meses desde las Elecciones Locales y, en Almagro, no se ha celebrado
formalmente dicho debate.
Decimos formalmente, ya que en los Plenos Bimensuales, en los
largos y extensos “Ruegos y Preguntas”, se producen interesantes” minidebates”
de la situación de nuestro pueblo, naturalmente discrepantes y antagónicos, con
la razón no siempre del mismo bando.Que conste que hablo de bandos por la
imagen que a veces se transmite, cuando se replican con “el usted” por medio,
enarbolando esas banderas de la fina ironía o del enfado contenido.
En el Pleno de Septiembre hubo un interesante “minidebate”
sobre la necesidad de ejercer de político o de pasar desapercibido siendo un
gestor que cumple su horario y su papel protocolario. No estamos para bromas,
pues pasamos un mal momento en la percepción ciudadana sobre la Política, como
diría Groucho Marx “ la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos,
hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Esta
Política de humor si que es indeseable: No es cierto que la Política sea un
problema, más bien es la solución a los problemas existentes en cualquier
ámbito de la sociedad. No hay que negar la Política , y menos quien cobra un
sueldo político.
En Almagro hay que ejercer de “político” para poder superar
el declive que se percibe desde hace tiempo.De 1750 a 1761 fuimos capital de la
provincia, vino el decaimiento con la desamortización, incluso en 1824 se cerró
nuestra Universidad; pero a ello se reaccionó con el ferrocarril o con edificios
como el Teatro principal. En la posguerra se construyeron los Institutos de
Enseñanzas Medias y de FP entonces y se rehabilitó el Corral de Comedias y
buena parte de edificios emblemáticos de Almagro. En la Transición, con malos
tiempos económicos, se consigue el Parador de Turismo, el Festival de Teatro,
instalaciones deportivas cubiertas y el Museo Nacional del Teatro. Tras algunos
años construyendo instalaciones básicas ciudadanas de calidad de vida y con un
fuerte impulso privado al sector turístico, pareciera que hemos quedado en un
momento de congelación ( no sólo esta legislatura), castigados en el rincón de
la resignación.Todo quieto, sin grandes iniciativas, sin rumbo definido. Vamos
tirando arreglando goteras.
Pero no nos podemos resignar,¡claro que hay que hacer
política¡, en el sentido que manifestaba José Martí, “la política como arte de
ir levantando la justicia de la humanidad injusta, favoreciendo el armonizar el
bien general”. Almagro necesita de política. Estamos en un momento clave de
nuestra realidad local, con cuatro grupos políticos en el Ayuntamiento que
permanecerán en esa situación durante varias legislaturas,es un momento de
oportunidad para llegar a grandes retos y grandes consensos sobre el futuro de
la ciudad.
Creo que los cuatro grupos políticos actuales tienen la
obligación de sacarnos de ese rincón de la resignación, siendo y actuando de
líderes, es decir, de aumentar la autoestima de todos los Almagreños; ya que
cuando uno cree en sus posibilidades resultan increibles los sueños que pueden
alcanzarse.
A momentos de declive,
hay que liderar la búsqueda de grandes oportunidades para conseguirlas a medio
plazo. Es importante arreglar baches y limpiar zonas ajardinadas o cambiar las luces de las calles por otras
menos contaminantes, pero es momento de pensar en temporalizados grandes
proyectos: comerciales, universitarios, turísticos, culturales,
medioambientales. Por ejemplo, un Plan Integral de Rehabilitación Urbana,
traería mucho trabajo, y lo acaban de conseguir Sigüenza o Molina de Aragón.
Por ejemplo, sería rentable un adecuado”Palacio de Congresos” para aprovechar
el tirón de ese sector turístico hoy en España.Por ejemplo,unas instalaciones
de RSU saludables, sanitarias y con compensaciones, lo tienen en El Campello (Alicante)
con toda normalidad. Algunos pensarán que podríamos seguir ”soñando” pero que por irrealizable, lo mejor sería
seguir instalados en el rincón de la resignación. Pero a esas personas hay que argumentarles que “ la política mueve montañas”.
¡Hay que ponerse a ello¡.
Ángel López Jiménez
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