Editorial dclm.es, de hoy.
En estos cuatro meses, tras las elecciones de diciembre, en los que unos se han esforzado en conseguir conformar un gobierno, mientras otros ponían velas al diablo para que los primeros fracasaran en el intento, nos hemos hartado de ver cómo se descalificaba ese ejercicio de responsabilidad calificándolo de 'pacto de perdedores'.
Paradojas de la política: en las últimas semanas asistimos al incesante deambular de María Dolores de Cospedal a lo largo y ancho de la región acompañada de su cohorte. Los pajes más distinguidos de los que se hace acompañar la lideresa, al menos en tierras toledanas, son el incombustible García Tizón, que perdió la Diputación de Toledo después de haber perdido el oremus entre barcos y ganaderías de reses bravas; y el 'acarismático' Jesús Labrador, aspirante a la alcaldía de la capital regional. Junto con la 'perdedora madre', la señora Cospedal, conforman lo que un alcalde del Partido Popular calificó acertadamente de "trío de perdedores".
Lo decía este primer edil –en privado, claro- después de que la caravana visitara su ayuntamiento, no sin cierto grado de acritud. "Se ve que tienen mala conciencia por habernos tenido abandonados todo este tiempo. Y ahora vienen sin más objetivo que el de hacerse una foto para mandarla a los periódicos".
La señora Cospedal y sus acólitos, que repiten como candidatos a las nuevas elecciones del 26 de junio, deberían saber que no se restañan en unos días las heridas de la desidia de cuatro años. Y deberían saber también, empleando un símil futbolístico, que no gana la liga el equipo que más goles mete sino el que acumula más puntos. Y que tras el 26J es posible que puedan seguir pateándose la región –si es que aún les quedan ganas- en su condición de perdedores.
Paradojas de la política: en las últimas semanas asistimos al incesante deambular de María Dolores de Cospedal a lo largo y ancho de la región acompañada de su cohorte. Los pajes más distinguidos de los que se hace acompañar la lideresa, al menos en tierras toledanas, son el incombustible García Tizón, que perdió la Diputación de Toledo después de haber perdido el oremus entre barcos y ganaderías de reses bravas; y el 'acarismático' Jesús Labrador, aspirante a la alcaldía de la capital regional. Junto con la 'perdedora madre', la señora Cospedal, conforman lo que un alcalde del Partido Popular calificó acertadamente de "trío de perdedores".
Lo decía este primer edil –en privado, claro- después de que la caravana visitara su ayuntamiento, no sin cierto grado de acritud. "Se ve que tienen mala conciencia por habernos tenido abandonados todo este tiempo. Y ahora vienen sin más objetivo que el de hacerse una foto para mandarla a los periódicos".
La señora Cospedal y sus acólitos, que repiten como candidatos a las nuevas elecciones del 26 de junio, deberían saber que no se restañan en unos días las heridas de la desidia de cuatro años. Y deberían saber también, empleando un símil futbolístico, que no gana la liga el equipo que más goles mete sino el que acumula más puntos. Y que tras el 26J es posible que puedan seguir pateándose la región –si es que aún les quedan ganas- en su condición de perdedores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario