Tras su frustrada batalla contra los gigantes, que para otros eran molinos, dijo don Quijote: "Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, mas el esfuerzo y el ánimo será imposible".
La frase puede convertirse en uno de los lemas de nuestra Región. Mañana martes, Castilla-La Mancha cumple treinta y tres años como unidad territorial en busca de un sentimiento común.
No ha sido sencillo cohesionar un territorio tan extenso, llanuras, ríos y montañas, albaceteños, ciudadrealeños, conquenses, alcarreños y toledanos. No puede negarse el papel destacado que han jugado los medios regionales de comunicación en la ya larga tarea de mezclar esfuerzos y satisfacciones. Ni desde luego la tarea aglutinadora de nuestra identidad por la que casi siempre ha trabajado la Junta de Comunidades, una denominación de origen magnífica.
La Junta de Comunidades le debe un recuerdo a José Bono, el primer gran artífice de nuestra identidad común, al margen de filias y fobias. Barreda, el segundo presidente acuñó una frase para la historia de la socialdemocracia que apelaba a su tarea de proteger a los ciudadanos "desde la cuna a la tumba".
Existió un paréntesis en el cariño por nuestra tierra durante los cuatro años de gobierno de Cospedal, tal vez porque la política del PP no se sentía castellano-manchega de corazón y ahora vuelve a poner el sello en nuestro dni otro presidente identificado e identificador, vecino de sus vecinos.
Esperamos que Emiliano García-Page devuelva a nuestras comunidades sus derechos, sus obligaciones y su dignidad, en estos primeros cuatro años de mandato.
Tenemos una tierra preciosa llena de lugares bellos y emblemáticos como sus molinos que una vez fueron gigantes y la inútil batalla contra esa fantasía le sirvió al noble caballero para apelar a su incansable esfuerzo por seguir siempre adelante.
elObservadorDclm de hoy
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