Esta Navidad no hay belén en Almagro y parece que nadie lo echa de menos. ¿A qué se debe este olvido, dejadez, apatía o pasotismo?
Almagro tiene un belén monumental, propiedad del Ayuntamiento, por una donación particular, y cedido desde hace once años a la Asociación Belenística de Almagro para su gestión.
Todo hace indicar que Ayuntamiento y Asociación Belenística no se han puesto de acuerdo para recuperar esta tradición tan arraigada en Almagro, ausente ya varios años debido a los efectos de la pandemia.
Esta Navidad debería haber sido la del reencuentro y la del montaje de un gran belén, pero no ha sido así. Lo extraño es que nadie haya dado explicaciones y que ningún ciudadano las haya pedido. Cosas de Almagro, que ponen en evidencia la decadencia de costumbres, tradiciones y el escaso amor por su historia y arte, sin entrar ya en cuestiones meramente religiosas. Somos así, unos dejados.
La cuestión de fondo es la falta de diálogo entre Ayuntamiento y Asociación Belenística en torno al lugar adecuado para montar el belén. Desde hace meses, la Asociación ha venido reclamando al Ayuntamiento un lugar idóneo para la instalación del belén. Hasta el párroco propuso ceder la nave de la epístola de la iglesia de Madre de Dios para instalar el belén. Sólo faltaba el acuerdo del Ayuntamiento y que éste asumiera, como todos los años, la responsabilidad de posibles desperfectos y limpieza de la iglesia. Los belenistas, por su parte, trabajan gratis en el montaje y en la búsqueda de los elementos naturales, como musgo, ramas, serrín, piedras, etcétera.
Otras navidades, el belén se ha montado en la iglesia de San Agustín, hoy ocupada por una exposición; en San Blas o en la las Calatravas, donde con la Iglesia se han topado Almagro. Este año hasta se habían propuesto amplios locales comerciales vacíos y céntricos para el montaje. No ha habido voluntad de acuerdo. ¿De quién es la culpa?, ¿Y qué más da? El caso es que Almagro sale perdiendo. Todos perdemos.
El desacuerdo sobre el belén es otro síntoma claro de la grave enfermedad que corroe a la sociedad almagreña y a sus instituciones locales, especialmente el Ayuntamiento: la apatía, la abulia, la falta de liderazgo, el pasotismo, el desinterés y escasa autoestima.
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