El riesgo, en el caso de Pedro Sánchez, es un poderoso aliado. De momento, ha conseguido, que una reforma legal intragable para los suyos y gran parte de la izquierda a la izquierda del PSOE, salte de las portadas de los diarios para dejar paso a la asonada de los magistrados que pone en peligro la separación de poderes.
Y de paso que el debate gire en torno a una derecha política dispuesta, no ya a bloquear la renovación de los órganos constitucionales y declarada en rebeldía contra las leyes vigentes y la Carta Magna, sino a provocar una crisis institucional de incalculables consecuencias para la democracia. “Lo que está en juego es la democracia”, es el mantra que repiten desde La Moncloa.
Y el error de Feijóo, añaden, ha sido poner cara al motín de los magistrados contra el Parlamento. Se refieren a una entrevista en El programa de Ana Rosa, en la que una hora antes de que se reuniera el pleno del Constitucional instaba al TC a que paralizase la votación del Congreso. Pasará a la historia, apostillan las mismas fuentes, por “pedir que los jueces impidieran votar en el Congreso”.
“Estamos –lamenta un veterano socialista– ante un nivel extremo de radicalidad de difícil salida y una gravísima crisis de credibilidad del Constitucional a quien la derecha ha arrastrado a jugar un papel político que nadie puede ignorar”. Y ante otra situación límite “de la que Sánchez puede salir ganador”, añade un interlocutor del PP en absoluto partidario de la estrategia de bloqueo de su partido. La escalada seguirá hasta diciembre de 2023.
Fuente.- Esther Palomera en El Diario
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