Cuento del Centro de Día

 

El pasado viernes se encendían los adornos navideños en Almagro, con el árbol metálico grandote en el mismo sitio de siempre, sin cambiar nada su indumentaria festiva y lumínica. ¿Para qué vamos a modificar algo?.

Al mismo tiempo, unos cien vecinos, se manifestaban delante del árbol protestando por el cierre del Centro de Día de Mayores. Seguramente no era el momento oportuno, importunando la ilusión de pequeños y no tan pequeños por esa celebración simbólica de que la Navidad había llegado a Almagro un año más.

La sorpresa nos la llevamos todos por tan ingrata noticia, en el Pleno del día anterior nada se había dicho de que Almagro se quedaba sin Centro de Día de Mayores. La excusa es que se hacen obras de remodelación, cumple el contrato de servicio con la empresa adjudicataria, los trabajadores se van al paro y los mayores a viajar diariamente a Daimiel, donde por lo visto les acogen, a su pesar.

Una carga pésima para esos mayores afectados, el traqueteo de viaje diario, lejos de su pueblo, invierno en la carretera, con los familiares preocupados, sin conocer a su personal cuidador, una aventura innecesaria lejos del confort de que disfrutaban.

Se han dado explicaciones oficiales que no convencen a nadie. Todo tiene un cierto tufo a que desaparecerá un servicio público como el Centro de Día, que venía funcionando más de 15 años, para sustituirlo por ¿un servicio privado en el futuro?. Se dirá claramente en los próximos días.

Algunas preguntas quedan en el aire:

¿Tras las obras de remodelación en el Centro de Mayores, volverá el Centro de Día a su mismo espacio?.

¿De verdad una nueva contratación del servicio tarda seis meses?- ¿No existen legalmente las prórrogas de contrato, las adjudicaciones provisionales, las medidas de fuerza mayor?.

¿Todas las soluciones posibles pasan por trasladar a los mayores afectados a Daimiel?.

¿Se privatizará el servicio a otras instalaciones cuando pasen unos meses?.

¿Alguna empresa o instalaciones saben si van a ser los afortunados en el futuro?.

La disyuntiva está en apostar por espacios públicos o privados. Quizá aquí esté el asunto oculto. Todo parece un cuento.

En Almagro las luces navideñas no cambian, se mantienen como siempre. Hasta que se privaticen. Demos tiempo al tiempo.