Toledo conserva parte de la histórica biblioteca del colegio de los jesuitas de Almagro
En 1767 el rey Carlos III expulsaba a los jesuitas de todos sus reinos y, por consiguiente, tuvieron que abandonar su convento-colegio de Almagro.
Los doce frailes que formaban la comunidad almagreña, presidida por su rector Manuel Quintana, abandonaron su casa con lo puesto. Dejaban atrás un gran edificio, construido al inicio del siglo XVII al lado de los palacios maestrales, una suntuosa iglesia, numerosas obras de arte y una rica y muy variada librería, compuesta por 1.200 volúmenes, cuyo conjunto era un compendio de la sabiduría de la humanidad hasta la época. Una gran pérdida para la cultura y la educación de los almagreños de la época.
El entonces arzobispo de Toledo, el cardenal Lorenzana, no dudó en aprovechar la oportunidad y gestionar la propiedad de la biblioteca de los jesuitas de Almagro y de otros colegios jesuíticos de su diócesis. De esa manera consiguió recuperar unos 200 volúmenes del colegio de Almagro.
Muchos años después, la biblioteca Lorenzana pasó a nutrir a la Biblioteca Provincial de Toledo y ésta fue absorbida por la actual Biblioteca de Castilla-La Mancha, con sede en el Alcázar de Toledo. Ahí siguen hoy los libros procedentes del colegio de los jesuitas de Almagro.
( del facebook de FJ. Martínez Carrión)
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