Ayer Viernes Santo en Almagro, un tiempo desapacible con el viento haciéndose notar en cada rincón. Los armaos cumplieron y sus sones marchosos a golpe de baqueta y tambor rellenaron cada espacio artístico de la ciudad. Verlos tras una ventana en un primer corredor de la Plaza Mayor fue toda una gozada. Los armaos son todo un recurso turístico y todo un símbolo de identidad para los almagreños en general.
Quizás había algo menos de gente que otros años, el tiempo no acompañaba a disfrutar de la calle. No obstante hay que destacar que los servicios de limpieza con sus máquinas barredoras hicieron presencia y cumplieron con su cometido de dejar la ciudad guapa para que propios y visitantes pudieran admirar calles y plazas.
Felicitaciones por ello.
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