Debutó en el cine nada menos que con Joseph L. Mankiewicz en Un rayo de luz en 1950 y su gran desempeño hizo que pronto acaparara los papeles más importantes para los actores negros.
En 1958 recibiría su primera nominación al Óscar por Fugitivos, filme de Stanley Kramer en el que interpretaba a un hombre que huye de la cárcel encadenado a otro delincuente (Tony Curtis) mientras la tensión racial crece entre ambos.
Siguió trabajando con directores de la talla de Raoul Walsh (La esclava libre, 1957), Otto Preminger (Porgy and Bess, 1959) o Martin Ritt (Un día volveré, 1961),Hasta que el Óscar por Los lirios del valle le catapultó al estrellato.
Su gran año sería 1965, cuando estrenó tres de sus películas más recordadas: Rebelión en las aulas, de James Clavell, en la que interpreta a un profesor que tiene que lidiar con un grupo de conflictivos estudiantes en una escuela de la periferia de Londres; Adivina quién viene esta noche, de Stanley Kramer, con el propio director interpretando al padre de la novia del personaje de Poitier, al que le cuesta lidiar con el color de piel de su futuro yerno a pesar de sus ideas liberales; y En el calor de la noche, de Norman Jewinson, ganadora del Óscar a la mejor película, un filme que aborda el tema del racismo de manera frontal a partir de una intriga criminal.
DEP
No hay comentarios:
Publicar un comentario