La polémica está en la calle.Este año nos hemos quedado en ALMAGRO sin guarrillo de San Antón. Parece que las autoridades regionales multan por el presunto mal trato a dicho animal y a los otros que le acompañan en la popular rifa del Santo Viejo.
Lo de la rifa podría arreglarse, se pueden subastar jamones y paletillas de algún cochino o productos ya elaborados de otros animales. Todo sea por la sanidad ambiental y por el respeto animal.
Lo que la ley no debería entrar es poner demasiadas trabas a las tradiciones de los pueblos. Tener al guarrillo de S. Antón por las calles era una costumbre arraigada en la población y ello no debería constreñirse desde las páginas del diario oficial.
Cargarse las tradiciones es ir contra esa llamada España rural o vaciada, que queda bien los discursos de los políticos pero que se ataca diariamente.
Nos quedan las hogueras. ¿ Hasta cuando?.
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