Francisco Jose Martinez Carrion (faceboot
La Casa de Alba abre al público desde esta misma semana el Palacio de Liria, ubicado en pleno centro de Madrid y domicilio del actual duque. El palacio exhibe una de las mayores colecciones de arte del mundo. Y uno de los tesoros bibliográficos que podrán admirar los visitantes será la mal denominada Biblia de la Casa de Alba, cuya denominación real es Biblia de Calatrava.
Esta Biblia es la primera traducción directa del arameo al castellano. Fue encargada en la primera mitad del siglo XV por el maestre de Calatrava, Luis Guzmán, al judío de Guadalajara Mosén Arragel. El contrato se firmó en la villa toledana de Maqueda y Arragel entregó años después su Biblia al maestre en sus palacios de Almagro, sede entonces del Maestrazgo de la Orden de Calatrava.
La Biblia logró superar no se sabe muy bien cómo la censura posterior de la Inquisición y tras la incorporación de las órdenes militares a la Corona, a finales del siglo XV, la Biblia de Calatrava desaparece, hasta que siglos después reaparece en poder del todopoderoso valido conde duque de Olivares, un título que pasaría a engrosar los de la Casa de Alba. Y con el título, los Alba heredaron la Biblia de Calatrava.
La Biblia de Calatrava es un libro excepcional en todos los aspectos, pero sobresalen las numerosas miniaturas que decoran e ilustran sus páginas. En muchas de esas miniaturas aparece el propio maestre de Calatrava, arropado por su corte, en una clara demostración de poder. Son bien visibles en los hábitos blancos del maestre y de sus caballeros las cruces rojas de Calatrava.
En 1942, con motivo del quinto centenario de la expulsión de los judíos de España, se hizo una edición facsímil de esta Biblia. En total se editaron 500 ejemplares, que hoy se consideran otras auténticas joyas bibliográficas. Algunos de estos ejemplares están disponibles en el mercado de antigüedades bibliográficas
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