Ayer se terminó la provisionalidad en el PSOE a nivel nacional. Y prácticamente desde ayer, queda abierto un largo periodo electoral que irá hasta el último domingo de mayo del próximo año, con las elecciones autonómicas y municipales.
Debemos disponer de espíritu generoso para afrontar una nueva relación con las bases militantes y votantes socialistas. Hay que ilusionarlos. Hay que movilizarlos con su presencia y acción. Sólo entre todos sabemos todo, podría ser un buen lema.
Frente al poder absolutista actual debe imponerse la potencia de la creatividad y del componer con el otro y entre diferentes. No hay posibilidad de articular una mayoría social si aquello que seamos capaces de construir no puede ser habitado por cualquiera.
Nuestros valores deberían ser: servir y no servirse, construir y no destruir, gobernar y no mandar, proponer y no imponer, convencer y no vencer, gestionar y no escalar.
Nuestra acción municipal debería regirse siempre de forma radicalmente democrática y abiertamente participada.
Un nuevo tiempo político se abre desde esta semana.
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