Esta semana se ha homenajeado a la directora teatral Helena Pimenta. Algo merecido, pero quizás hay un exceso de homenajes y pequeños elogios a demasiados personajes.
A Helena Pimenta se le debe otorgar el premio Corral de Comedias del Festival. Méritos no le faltan:
En el Festival de Almagro ha dado frutos tan emblemáticos como El sueño de una noche de verano, Ur Teatro (1993); Trabajos de amor perdidos, Ur Teatro (1998); La dama boba, CNTC (2002); La entretenida, CNTC (2005); Dos caballeros de Verona, UR Teatro (2008); La noche de San Juan, CNTC (2008); La vida es sueño, CNTC (2012); La verdad sospechosa, CNTC (2013); Donde hay agravios, no hay celos, CNTC (2014); El alcalde de Zalamea, CNTC (2016); El perro del hortelano, CNTC (2017); La dama duende, CNTC (2017); El banquete, CNTC (2018); y El castigo sin venganza, CNTC (2019).
Hay que darle el máximo galardón del Festival.
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