Tras más de 400 años en Almagro, las monjas Dominicas de clausura dijeron adiós con su última misa celebrada en el Convento de la Encarnación de la localidad encajera.
La historia parece que se va destrozando en Almagro. Tanto la parte masculina como femenina de la Orden Dominicana ha desaparecido.
Afecta sin duda a la herencia patrimonial.
Hay que dar salida creativa a inmuebles históricos de los almagreños.
Sin duda todas las administraciones públicas han de mojarse.
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