Nos parece inoportuna, total e hiriente, la alusión de Podemos al “régimen del 78″. Y máxime si un tal Iñigo Errejón (Podemos) señala en un Comunicado: “Esta causa afecta a una persona y un partido que han sido piezas claves del régimen del 78, junto al PP y al PSOE”. No estamos dispuestos muchísimos ciudadanos -a los que nos tocó sufrir la dictadura franquista y eclesiástica- a que cada dos por tres se dediquen ustedes a una especie de causa general en la que incluyen como posibles reos a los que vivimos el régimen del 78. Y repiten, con ocasión y sin ella, la infamia de que el PP y el PSOE vienen a ser de la misma calaña.
El régimen era el denominado de este modo por millones de españoles, entre miedo y no poca rabia. Y fue en 1978 cuando los españoles pudieron votar, por fin muy contentos, la Constitución. Tras la guerra civil y los cuarenta años de dictadura brutal, España recuperó una buena parte de la doctrina democrática, formulada por la II República. El 29 de diciembre del año 1978 fue un día de alegría para varias generaciones. Nunca este país ha tenido tantas libertades como en la actualidad. No reconocer que a España la cambió para bien la democracia en general y el PSOE en particular, sin duda alguna, es o ignorancia o una mentira perversa.
La conmoción de la crisis -que no la provocó José Luis Rodríguez Zapatero, frente a la insidia difundida por la derecha- está abriendo la puerta a los visionarios, a los salvadores de la Patria y a los demagogos, más o menos ilustrados. Todos estos le hacen el juego -directa o indirectamente- al PP y a los poderosos. Hay gente todavía que continúa creyendo a estos partidos sobrevenidos. Su éxito, que lo es, resulta envidiable y tienen todo el derecho de concurrir a las urnas. Pero convendría que bajaran sus humos y que no se situaran en no se sabe qué paraíso. La destrucción del pasado no protege en absoluto al futuro.
Fuente.- Enric Sopena.- elplural.com
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