No es la primera vez que dimite un Ministro del Gobierno de España. Ni será la última. Pero la tarde de ayer podríamos calificarla de histórica y, quizás, alguien podría tildarla de argumento de película Torrente.
Desde el año 2000 no había dimitido un Ministro de la derecha (Pimentel), pero ayer con una mayoría absoluta, con el Presidente del Gobierno casi subiendo a un avión para un viaje oficial a China , con el rey Felipe VI en EE.UU. y el Presidente catalán a punto de firmar una consulta de referendun, dimitió el peor Ministro de Justicia que hayamos padecido en España.
Dimite porque habían retirado su bodrio de ley antiaborto, le han dejado solo en el PP, no ha sabido conseguir consensos ni siquiera entre los suyos. Sus grandes "obras" han sido esa defensa a ultranza del nasciturus, su ley de Tasas recurrida ante el Tribunal Constitucional y otras lindezas como hacer posible que desaparezcan los actuales Partidos Judiciales y que Almagro pueda perder el Juzgado. Ha puesto patas arriba los Juzgados todos, el variado personal de la Justicia le ha protestado todo lo que ha podido. Su popularidad ha caído en picado durante su estancia en el Gobierno.
Nos alegramos por su dimisión y por la crisis de Gobierno sobrevenida. Lo peor de todo, es que en su ley antiaborto estaba de acuerdo todo el Consejo de Ministros, pues creían en réditos electorales. Ahora la retiran por los mismos criterios electorales .Esto es lo verdaderamente rastrero. Y sólo dimite el Ministro de Justicia.
Ha ganado Arriola y ha perdido Gallardón. La derecha ha engañado nuevamente a sus votantes.
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