Visitas Almagro Post

lunes, 7 de octubre de 2013

Fisac en Almagro

Artículo del arquitecto Diego Peris en Lanza Digital 7 octubre

Celebramos este año el centenario del nacimiento de Miguel Fisac, arquitecto. Desde Daimiel se trasladó a estudiar su Bachillerato en Badajoz y después a Madrid donde inició sus estudios de Arquitectura que quedaron interrumpidos por la guerra civil. Será poco después de la misma en 1942 cuando termine finalmente sus estudios y ese mismo año, de la mano del Secretario General del CSIC, destacado miembro del Opus Dei recibirá el encargo de realizar la capilla del Espíritu Santo que esa institución construyó en la colina de los Chopos donde había iniciado su actividad la Junta de Ampliación de Estudios y la Institución Libre de Enseñanza. El despertar de una incipiente “Escuela de Madrid” arquitectónica surgió en los años 40, con un reducido grupo de arquitectos como Francisco Cabrero, Alejandro de la Sota, Fernández del Amo, Rafael Aburto, Miguel Fisac  que habrían de constituir la primera oleada del rescate del planteamiento arquitectónico historicista.

Miguel Fisac inicia en estos años una trayectoria intensa en lo personal y en lo profesional. Su viaje por Europa para estudiar centros de investigación relacionados con su trabajo para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas le abre a una nueva mentalidad  y a las posibilidades de una nueva arquitectura. Su buena relación con el Ministro de Educación le permite conseguir un Instituto Laboral para su pueblo, proyecto en el que Fisac demuestra las posibilidades que un buen uso de la tradición y de las condiciones de la arquitectura popular pueden tener en la arquitectura contemporánea. A partir de ahí inicia una producción intensa, continuamente renovada y rica en aportaciones para la arquitectura española del momento.

 Fisac restaurador en Almagro
Esta semana, el ayuntamiento de Almagro reconocía su trabajo en la ciudad y ponía su nombre a unos jardines recientemente realizados en la ciudad. Es bueno que las ciudades recuerden a las personas que han trabajado en ella y han realizado aportaciones a su vida cultural, social o política. Porque las ciudades no son solamente sus edificios y sus espacios urbanos, son sobre todo las vidas de las personas que las han construido y su presencia conservada y mantenida en el tiempo. Miguel Fisac realizó su primer trabajo en Almagro en 1980 en el convento dominico de la Asunción. Miguel ha trabajado para los dominicos en diferentes ocasiones en el conjunto de Valladolid, en la espléndida iglesia de Alcobendas que forma parte del Teologado de los dominicos, en la ampliación de sus instalaciones en Ávila y en la iglesia que realiza en Manila. Por ello este proyecto tenía el atractivo de la congregación a la que conoce profundamente y con la que ha realizado algunas de sus mejores obras religiosas.
El proyecto de restauración de la torre del convento de la Asunción tiene todos los ingredientes de los buenos proyectos de restauración. Una torre fisurada en toda su estructura como consecuencia del terremoto de Lisboa que dejó numerosas huellas de destrucción en la ciudad de Almagro. Una torre para la que hay que poner lo mejor de los conocimientos técnicos estructurales que Fisac tiene. Miguel ha demostrado en numerosos proyectos su conocimiento y uso de la estructura de hormigón y de la estructura metálica. Se construyó un andamio exterior para desde él proceder a un zunchado con cables pretensados sobre angulares metálicos rígidos instalados en los lugares más convenientes para encorsetar la torre. Una vez hecha la consolidación provisional exterior, se fueron inyectando sus muros de abajo hacia arriba. Seguidamente se procedió a la limpieza del hueco interior, demoliendo totalmente la escalera. En una fase posterior se construyó una estructura de pilares y forjados de hormigón en el espacio interior de la torre, pero con completa independencia de ella. En último lugar se cosieron las dos estructuras postesándolas con cables en catorce puntos.  Una solución estructural de gran interés que Fisac dibuja detalladamente tanto en la composición general de la arquitectura a restaurar como en la explicación de las actuaciones que va a realizar.

 Y junto a ello un concepto estricto de la restauración que no afecta al monumento, realiza una limpieza de la escalera secundaria interior para finalmente dejar la torre consolidada en su estado original sin añadidos ni  adicciones innecesarias. Probablemente el silencio de la actuación, la presencia que pasa desapercibida lo convierten en el mejor proyecto de restauración que Miguel ha realizado (junto con el del castillo de Calatrava en otra dirección diferente).
Ese mismo año realizó el proyecto de restauración de la iglesia de San Bartolomé y el de la iglesia del castillo de Calatrava la Nueva así como la restauración del convento de Santa Úrsula en Alcalá de Henares. En 1981 realizó la restauración de dos iglesias en Villanueva de los Infantes: el convento de la Encarnación y la del convento de las Dominicas. En 1984 desarrolló el proyecto de restauración de la iglesia de San Agustín que tendrá otras actuaciones posteriores, incluida la consolidación y restauración de sus pinturas. En Almagro realizará años después la rehabilitación del Teatro Municipal dentro del programa de teatros del Ministerio de Obras Públicas y propone al ministro Tusell hacer un estudio de los palacios Maestrales que no llegó a plantearse. Una voluntad de acercarse a la ciudad que se acabará de hacer más intensa con la adquisición de un inmueble y su rehabilitación como residencia personal. Una actividad en la que su desbordante personalidad y su fuerza creadora, en ocasiones, quiere superar los límites de la estricta rehabilitación. Por ello el proyecto de restauración de la torre del Convento de la Asunción es un excelente referente de la obra de Fisac que lleva dentro sus conocimientos estructurales y su capacidad  de entendimiento del patrimonio histórico.


 Racionalismo y expresionismo
Sus hormigones flexibles están presentes en la ciudad en la ermita de San Blas, en la fachada de su casa o en uno de sus últimos proyectos en la ciudad. Referencias visibles de una forma de proyectar que desarrolló ampliamente en su última etapa de trabajo profesional.
Daniel Fullaondo, arquitecto, próximo a Fisac y uno de los que mejor definen su obra decía de él: Racionalismo en el método, expresionismo en la actitud psicológica  en una tensión que se establece en los proyectos de forma diferente. Cuando este tenso equilibrio entre la proyección metodológica, consciente y la sentimental- expresionista, se rompe, la obra se desborda, desfallece, cae en la divagación superficial… La lección de Fisac, está precisamente en los otros momentos, en las situaciones de control, de un control donde el registro de su romántica sequedad consigue sublimarse en esa durísima categoría de la violenta afirmación arquitectónica y moral, en la poética omisiva de todo residuo ilusionístico o sensual, en la afirmación tenaz de los desarrollos seriados…Entre el juego de estas dos atracciones, no tan contradictorias psicológicamente como pudiera parecer, la angustia expresionista por un lado, y por otro, el progresivo y creciente esencialismo constructivo, seco, hiriente, despojado, entre estas dos atracciones, se desarrolla el drama del último Fisac. Y en la última de las dos radicará el extraordinario acierto de este extraño y discutido poeta de la arquitectura.



.
 Convento De La Asunción De Calatrava

No hay comentarios:

Publicar un comentario