En estos tres años hemos descubierto muchas cosas, tres de ellas muy importantes.
La primera es que la política es la vida de las personas. Ya nadie dice "yo no entiendo de política" porque sobre todo en estos tres últimos años hemos asistido a una destrucción de muchos derechos sociales, necesidades de andar por casa, borradas de un plumazo por los políticos. Parafraseamos a Teresa de Jesús ("Dios está entre los cacharros") si decimos que la política está entre nuestros hechos más cotidianos.
La segunda cosa que hemos descubierto es que resulta mucho más sencillo destruir que construir. No es en este caso una santa sino un cantautor argentino, Ignacio Copani: "Para crear hace falta construir/para construir hace falta trabajo/ para el trabajo se debe adquirir conocimiento/ que te haga subir, empezando de abajo/ Mucho más fácil será destruir, de un solo golpe, de un tiro o de un tajo…/ La mejor cena se puede pudrir de un solo escupitajo".
Es el momento de iniciar otra vez el proyecto para construir de nuevo. En la tarea o en su control, colaborarán miles de personas que antes de no opinaban de política y ahora conversan, opinan, han adquirido un criterio propio y escriben sobre política porque en estos últimos años de desgobierno les han dado un tiro político en sus vidas, entre sus cacharros y en sus cenas.
La tercera cosa es que los gobernantes, los presidentes, los ministros, no son nuestros jefes, nuestros amos: son nuestros administradores o asalariados que deben rendir cuentas cada día y no sólo cada cuatro años.
www.dclm.es
La primera es que la política es la vida de las personas. Ya nadie dice "yo no entiendo de política" porque sobre todo en estos tres últimos años hemos asistido a una destrucción de muchos derechos sociales, necesidades de andar por casa, borradas de un plumazo por los políticos. Parafraseamos a Teresa de Jesús ("Dios está entre los cacharros") si decimos que la política está entre nuestros hechos más cotidianos.
La segunda cosa que hemos descubierto es que resulta mucho más sencillo destruir que construir. No es en este caso una santa sino un cantautor argentino, Ignacio Copani: "Para crear hace falta construir/para construir hace falta trabajo/ para el trabajo se debe adquirir conocimiento/ que te haga subir, empezando de abajo/ Mucho más fácil será destruir, de un solo golpe, de un tiro o de un tajo…/ La mejor cena se puede pudrir de un solo escupitajo".
Es el momento de iniciar otra vez el proyecto para construir de nuevo. En la tarea o en su control, colaborarán miles de personas que antes de no opinaban de política y ahora conversan, opinan, han adquirido un criterio propio y escriben sobre política porque en estos últimos años de desgobierno les han dado un tiro político en sus vidas, entre sus cacharros y en sus cenas.
La tercera cosa es que los gobernantes, los presidentes, los ministros, no son nuestros jefes, nuestros amos: son nuestros administradores o asalariados que deben rendir cuentas cada día y no sólo cada cuatro años.
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