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lunes, 30 de diciembre de 2013

Reacciones al último discurso de Rajoy

Navegando por la Red.- Rajoy, por Raquel Martos, en Infolibre.es, de hoy.

Querido Mariano, qué subidón escuchar tu dulce resumen del año que se va y tu entusiasta visión del que llega. Eres como el Red Bull, nos das alas, soy muy fan.

Pero, como era de esperar, ya están sacando punta a lo que dijiste y a lo que callaste. Te imagino mascullando a lo Van Gaal: ¡Siempre negatifo, nunca positifo! Qué duros son algunos, sales tan feliz a la palestra presentando tu delicioso balance para que nos lo comamos con patatas y te ponen más peros que el jurado de Master Chef.

Hay mucho insatisfecho por ahí, ya sabes: si hablas porque hablas y si no hablas porque no hablas, nunca están contentos. ¡Desagradecidos! Para empezar, esta vez tuviste el detallazo de aparecer en carne mortal ante los periodistas, saliste del plasma como la niña de The Ring y te dejaste preguntar, ¡si hasta contestaste! Otra cosa es que respondieras…

Arrancaste con un relato que daba mucho gustirrinín, era una sucesión de buenas noticias: que hemos dejado atrás la recesión, que la economía española empieza a crecer, que España ha recuperado la credibilidad perdida en los mercados financieros, que ha bajado la prima de riesgo, que suben las exportaciones y disminuye el número de parados. Y remataste asegurando que 2014 será el año del inicio de la recuperación. Te viniste tan arriba que parecía que de un momento a otro ibas a gritar aquello de: “¡A mediodía, alegría!” que popularizó Leticia Sabater, la artista del PP.

Lo repasaste todo, todito, todo, salvo alguna cosa… Lo del registro de la sede de Génova ordenado por el juez Ruz, por ejemplo, se te pasó. Bueno, es que, como tú mismo dijiste hace unos días, aquello no era un registro, era un requerimiento –una nueva versión del “no me llames Dolores llámame Lola”–. ¡Pues claro, no siempre que la poli entra en tu casa, va buscando la huella del delito! Mira, en casa de una amiga mía entraron la otra noche cuatro agentes cachas y resulta que venían a calentar su despedida de soltera…¡No estaréis preparando una boda sorpresa en el partido, pillines!

Como viene siendo habitual, durante tu comparecencia de fin de año, te pusiste en modo Mariano y esquivaste lo incómodo con más destreza que Messi en el área pequeña. Venga a preguntarte los periodistas por “ese asunto”–tu eufemismo para referirte a la polémica reforma de la Ley del aborto– y tú sobrevolando cual libélula los cerros de Úbeda: “es equilibrada y es la que el Gobierno quería hacer”. Siguiente pregunta…

El muerto de la reforma fiscal se lo endilgaste a Montoro y de la reaccionaria Ley de seguridad ciudadana ni media palabra. Tampoco entraste a fondo en el asunto de la luz que nos tiene fundidos los plomos, dijiste lo mismito que mi madre, que lo de tener la tercera electricidad más cara de Europa, no es de recibo. Ahora sólo falta saber cómo vais a montároslo Soria y tú con las eléctricas para reparar la avería, esperamos ansiosos a que se os encienda la bombilla.

Pero los aguafiestas se están empleando a fondo en emborronar tu bello retrato de la coyuntura: que si no es que haya menos parados sino menos desempleados que se apuntan al INEM –por no hablar de los que se han ido a buscar curro fuera de España–; que si la Seguridad Social tiene menor recaudación porque los que pierden su empleo dejan de cotizar; que si los pequeños empresarios y las familias no tienen acceso al crédito; que si como no crezcamos más deprisa vamos a volver a ser los más bajitos de Europa, como en los tiempos de Alfredo Landa…

Ni caso, sigue haciendo oídos sordos a las quejas como hasta ahora, no te contamines por la mirada pesimista ni dejes que la realidad te estropee una comparecencia feliz.

Yo no sé qué haces en Moncloa –con los disgustos que da la política– cuando podrías forrarte escribiendo libros de autoayuda como Allen Carr. Ya lo veo: “Salir del pozo es fácil si sabes cómo”, porque tú sabes cómo… ¿verdad?

Feliz 2014 y ¡viva el vino¡.

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