Consejera non grata

Este es un artículo de dclm.es, que ilustra bastante bien la caída del turismo en CLM, y por consiguiente, también en Almagro.

La consejera de Industria y Turismo, Carmen Casero, tiene un récord que no tienen sus compañeros del consejo de gobierno, se ha cargado ya a dos directores generales de turismo y va a por la tercera. El boicot que hicieron los cinco presidentes de Asociaciones de Hostelería de la región a Cospedal, en la presentación del nuevo Plan del Turismo, es un feo demasiado llamativo. En su fuero interno sabe que algo falló para que el plantón se hiciera efectivo, que alguien no lo hizo bien, que su gente no estuvo a la altura de lo que exigía el guión, en definitiva, que ella es la responsable. La amiga de la presidenta, que así se titula en reuniones íntimas, tiene que estar mosqueada por no saber conciliar los intereses de todos los que están metidos en ese fregao. Aunque de puertas afuera quiera buscar disculpas, ella no está contenta porque celebró una boda en la que no estuvieron los principales invitados. Y aunque tampoco se lo eche en cara la jefa, la realidad es machacona cuando se hace autocrítica. Es decir, la lió parda.

Casero llegó a la consejería con la ilusión del que se quiere comer el mundo cuando lo montan en un coche oficial. Luego el mundo te come a ti porque no tienes los mimbres para hacer el cesto –los euritos que mueven la economía-, y tampoco la experiencia, con lo que el trabajo se hace peliagudo y se vuelve incómodo porque no hay éxitos que celebrar. Ser consejero de Industria y Turismo, por tanto, es un ejercicio complejo que te puede llevar por el camino de la tortura, justo el mismo que ha empezado Casero a cuenta del enfrentamiento que tiene con las asociaciones de Hostelería y lo poco que ha aportado su trabajo para aprobar la asignatura de la gestión.

Pero hay más, los hosteleros ya no se conforman con la cabeza de la directora general de Industria, que ni está ni se le espera por ninguna de las provincias porque tiene alergia a viajar, van a por la de Carmen Casero –les adelantamos que la tarea es imposible-, a la que hacen responsable máxima del mal rollo existente por no haber tenido la delicadeza de hacerles participes del Plan de Turismo aprobado por el gobierno regional. Es como si el médico recetara al paciente sin preguntarle dónde le duele. A eso, con toda la ironía, le llaman "mear fuera del tiesto".

Y así, vasito a vasito, se va consumiendo el caldo envenenado que ha cocinado la consejería, por acción u omisión, dividiendo, restando y nunca sumando ni multiplicando. Es decir, a guantazo limpio con miles de familias que viven del turismo, a las que no les han dado vela en el entierro, que trinan por la poca mano izquierda –¡si fuera la derecha, tira que te va!- que han tenido con ellos y por lo poco que las valoran. Si a ello añadimos que los hosteleros no se achicaron cuando empezaron a sonar los teléfonos presionándoles para que fueran al evento, concluiremos que la "tostada" está más negra que la nariz de un deshollinador.

Así las cosas, podríamos decir que a Carmen Casero se le indigesta la cuestión, la misma que tendrá que resolver antes o después si no quiere tener una avería en su credibilidad. Como dice uno de los consultados: "Por cojones, nanay de la China. Aquí, o jugamos todos o se rompe la baraja".

Por lo visto, a la directora general no le quieren echar cartas. Y como se encone todavía más la partida, ya veremos si le dejan sentarse a la mesa a la propia consejera. Porque a este paso la nombran persona no grata. ¿Se imaginan el roto?