El tan necesario Partido Socialista, que representa los valores de la izquierda social moderada en España, tendrá que resurgir de sus cenizas. Si lo podrá hacer y cómo es ahora la incógnita. En el camino, las soluciones han ido empeorando los problemas, cada salida le ha conducido a un nuevo callejón, cada vez más estrecho para dar cobijo a todos los que pensaban lo mismo y que hoy deben huir diezmados, cada uno con sus diferentes malestares y convicciones.
El espectáculo de los males menores resulta tan lamentable que las únicas salidas actuales para el socialismo son facilitar el gobierno a Mariano Rajoy o ir a las terceras elecciones con una improvisada figura independiente a la cabeza que aún sea capaz de sumar, un verbo olvidado en la refriega, a la espera de años en los que poder recomponerse.
En el otro lado parece que al fin hemos sido capaces de entender por qué el Partido Popular, incapaz y corrupto, sigue siendo el más votado en España. Representa, lo queramos o no, la estabilidad incluso desde el banquillo de un emblemático y trajeado acusado que reconoce haber robado millones de euros de las arcas públicas desde su casa en la sede popular de Génova. Hasta saben robar.
El silencio de Rajoy ha sido suficiente para ocultar a un político mentiroso y mediocre para dar soluciones reales a España pero muy hábil a la hora de poner dinamita en las grietas de los otros partidos. Sabe Rajoy que con Podemos lo tiene fácil, tanto si el partido de Iglesias o Errejón juega a ocupar la socialdemocracia que deja el PSOE como si vuelven a intentar agitar o liderar la indignación popular en la calle que fue su efímera razón de surgir de la nada con tan brillantes resultados.
Hacen falta mentes capaces y reflexivas en el tan necesario Partido Socialista que representa el sentir de una mayoría social moderada en España.
Fuente.-elObservadorDCLM
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