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Los resultados hoy del CIS invitan a ser, como mínimo, polémicos. El sueño de Mariano Rajoy Brey se ha convertido curiosamente en una realidad. El actual presidente llegó hace tres años a la Moncloa a lomos de la crisis. Perdió en las elecciones del 14-M. Fue goleado por Zapatero en las de 2008. Y consiguió mayoría absoluta en noviembre de 2011, exactamente el 20-N. Pero le tocó a Don Mariano, siempre en las tinieblas, la lotería. Y ahí sigue con su mayoría política, por una parte y con la ira de la ciudadanía, en la calle, por la otra parte.
Con el santo y la limosna
El citado Rajoy Brey ha logrado un milagro extraordinario. No da golpe y según el CIS, el presidente es el peor valorado. Sin embargo, el PP -a pesar de su caja B, de todos sus delitos económicos conocidos y de su abrumadora corrupción vista por doquier- va y continúa siendo el primer partido de España, por encima de Podemos y del PSOE. Esta circunstancia, desde luego no menor, llama mucho la atención. Rajoy Brey y sus asesores desean que el PSOE desaparezca, sea con Pedro Sánchez o con Susana Díaz. Y, aunque los Iglesias y compañía lo nieguen a veces, la verdad es que no dejan de rezar a sus dioses para que, en efecto, el Partido Socialista se vaya cuanto antes al abismo. Y ellos se queden con el santo y la limosna.
Zapatero ya no es el malo de la películaEl malo de la película ya no es José Luis Rodríguez Zapatero. El malo ha pasado claramente a ser el PSOE en su conjunto. Sin los socialistas, el bipartidismo -tan denigrado por Pablo Iglesias durante un tiempo- volverá rápidamente. A la derecha, el Partido Popular. A la izquierda, Podemos. Y de cuando en cuando, además, un giro hacia la derecha porque hay un poco de todo y para todos. O sea, punto pelota.
Por unas cuantas décimasLa lectura del CIS puede hacerse, por supuesto, de varias maneras. Una de ellas es, por ejemplo, observar que Podemos gana por unas cuantas décimas. Podemos, 23’9%. PSOE, 22’2%. Pero este tipo de diferencia olvida al parecer que un resultado como éste conduce, en este tipo de resultados, tan ajustados, al empate técnico. Lo más bochornoso, en todo caso, es, como he escrito líneas arriba, que el PP continúe siendo el primero de la clase. Para evitar la Gürtel como fuera, se cargaron al juez Garzón. Su sucesor, el joven juez Ruz, hizo su larguísimo trabajo de forma muy adecuada. Sostiene Ruz que la caja B sí existía o existe aún. Pero Rajoy Brey dice lo contrario y no es capaz de justificar ahora mismo ni su viaje particular a Canarias que lo pagó el partido. Y es que aquí en la España popular no pasa nunca nada. ¿Alguien puede fiarse del CIS actual?
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
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