Dos años sin corrida de toros en Almagro eran ya demasiados. El emblemático Coso de la Cuerda, levantado con las piedras de la antigua iglesia de San Bartolomé, atesora 169 años de historial taurino entre sus muros.
Por el ruedo almagreño han hecho el paseíllo todas las figuras habidas de la tauromaquia moderna. Toreros de la talla de Lagartijo, Frascuelo, Guerra, Belmonte, Joselito ‘el Gallo’, Manolete, Luis Miguel Dominguín, el Cordobés, Ordóñez, Dámaso González y José Tomás han estoqueado astados en la patria de las berenjenas.
Por no hablar del celebérrimo dicho «quedar como Cagancho en Almagro». Fue en 1927 cuando el gitano de ojos verdes pegó la ‘espantá’ al negarse a torear, lo que acabó con el pueblo almagreño enfervorecido, saltando al ruedo para agredir a Cagancho, que pasó la noche en el cuartel de la Guardia Civil. También es famoso el fuego de 1932, en el que fue incendiada la plaza por aficionados encolerizados al negarse los toreros a actuar, debido a que no percibieron sus honorarios.
UN 2013 EXTRAÑO. «Nos provoca muchísima ilusión que vuelvan los toros a Almagro, la feria pasada me pareció aburridísima sin ellos», cuenta Antonio Parras, jefe de personal de la plaza. Los profesionales que se encargan de que todo salga perfecto el día de la corrida no consideran «trabajo» a la labor que realizan. Parras lleva 43 años en la plaza, y no concibe su vida «sin organizar los toros en Almagro».
Isidro Verano es el corralero de la plaza. Encargado de cuidar los toros desde que son desencajonados hasta que salen por la puerta de chiqueros. Desde bien pequeño vinculado al ruedo de su localidad, Verano admite que el año pasado «por primera vez» en su vida, cogió vacaciones en la semana de ferias. «No aguantaba ver unas fiestas sin toros, me tuve que ir del pueblo», narra Verano
(Fuente.- La Tribuna de C-Real, de ayer)
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