Dos personajes nos gobiernan, aunque gobernar es una acción noble a la que no alcanzan estos personajes; digamos que ocupan el gobierno.
Uno, falto de plan –al menos que puede decirlo porque plan tiene: tirar a dar a la línea de flotación de la cohesión social- se dedica a agitar los viejos fantasmas de la ETA y los catalanes y tiene la desvergüenza de mandar a callar, ¿sabe Mariano Rajoy que en 1978 los españoles nos dimos una constitución que garantiza la libertad de expresión entre otros muchos derechos? Los nervios en la acción política son muy malos. ¡Poco ha debido avanzar el PP este fin de semana para que el discurso final haya tenido este nivelazo!
La otra, rebosante de arrogancia, se confunde. La soberbia y la acción de gobierno son malas compañeras. ¿Qué responsabilidades en el PP tiene el Ignacio López del Hierro para ocupar la primera fila de “autoridades” junto a Rajoy, Cospedal, Arenas, Pons, etc…? ¿Tiene y no lo sabemos, o no tiene y las compra? En fin… Probablemente crecida por el entusiasmo de una militancia disciplinada, como todas las militancias, o quizá sintiéndose libre sin la vigilancia explícita de José María Aznar, María Dolores de Cospedal nos ofreció un mensaje profundo y lleno de matices: “O el PP o la nada”.
Pues nada…
No hay comentarios:
Publicar un comentario