Editorial clm.es del 22 de noviembre
Cospedal en A y Cospedal en B: dimisión por decencia
Existen dos cospedales. La que miente y la que sonríe a la salida de los juzgados. En pleno verano, a mediados de agosto, coincidió con dos de sus antecesores en el cargo –Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas– y negó al juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que en su partido hubiera existido una contabilidad «B» o se hubieran producido pagos en negro. Era falso, dijo.
Tres meses después, este día de Santa Cecilia en que se cumplen 50 años del asesinato de JFK, el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, considera que en el Partido Popular existió una contabilidad B al margen de la oficial, en concreto, dice, una "presunta existencia de una cierta corriente financiera de cobros y pagos continua en el tiempo al margen de la contabilidad oficial remitida al Tribunal de Cuentas".
Y en una nota oficial del Partido Popular fechada en el 31 de enero, Cospedal dijo textualmente: "la contabilidad del Partido Popular es única, clara, transparente, limpia y sometida al Tribunal de Cuentas".
Era, en efecto, cuestión de tiempo. Lo que estaba ya situado en la sospecha general de los ciudadanos tiene ya indicios de pruebas veraces por la Justicia.
Mentirosos, doble cara y doble contabilidad: dimisión por decencia.
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