Desde el domingo 3 de Marzo la Patrona de Almagro vuelve a estar en su casa.Seis meses los pasa en su pueblo y otros seis en su casa, el Santuario de la Virgen de Las Nieves.Una vez más se cumplió con la devota tradición, un pueblo sin tradiciones probablemente no tiene rumbo a ninguna parte.El pueblo en la calle despidiendo o acompañando a su Virgen, es toda una imagen de primavera en Almagro, de renacer hacia un tiempo espiritual, de reflexión colectiva, cumpliendo con esa tradición que compartieron todos nuestros antepasados.
En un tiempo donde prima lo individual, el negocio fácil, las componendas,el olvido, las ansias de victoria, el cuchicheo de la vieja del visillo del papel cuché, está bien que la tradición reine en nuestros corazones, desde el compromiso de fe o desde el recuerdo de aquellos que vivieron días felices despidiendo a la Patrona, tomando unas viandas en la ermita, festejando un día en el campo entre la naturaleza de la que somos rehenes.
Nuestra patrona reina en nuestros corazones dando manto y cobijo a aquellos que en su estrella particular en el firmamento nos guiñan un ojo cada noche estrellada, para decirnos que son felices en las tradiciones cumplidas con el ritual de las grandes ceremonias colectivas.
Ahora podremos ir al Santuario a dar gracias en la intimidad, a pedir nuevos objetivos si se han cumplido los anteriores. a rememorar viejos tiempos con todos aquellos que recuerdas en tu corazón.El tiempo se impone y los ciclos se cumplen. Las tradiciones son siempre: nuestra vida, nuestra alma, nuestro oxígeno, nuestro camino.
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