Almagro Principesco

Ayer sábado resutó ser un día muy brillante y muy Real en Almagro. Por sorpresa ,visitaron nuestro pueblo sus Altezas los Principes de Asturias, paseando de manera informal y sin protocolo, por la Villa del Encaje y del Siglo de Oro.Evidentemente, llevaban sus escoltas pero las fuerzas y cuerpos de seguridad no habían declarado en cuarentena ni la Plaza Mayor,Ni el Corral de Comedias, ni el Parador, ni la Iglesia de San Agustín. Para que la visita estuviera rodeada de normalidad había sido "Vetada la presencia de Cospedal en Almagro para evitar abucheos a los Príncipes de Asturias", segun informa el digital El Plural.com de hoy. Efectivamente, la Presidenta Regional sí era abucheada a esa misma hora en un acto de Partido sobre empleo joven en la capital de la provincia, a sólo 25 kilómetros de Almagro.

Almagro tiene una larga vinculación con la Casa Real, cuando la Orden de Calatrava tenía mando en plaza el mismísimo rey Sabio, Alfonso X, vino a reunirse en los Palacios Maestrales con los Maestres de las Órdenes de Montesa, Santiago y Calatrava. Posteriormente en 1.477 el rey Fernando el Católico era nombrado Maestre de Calatrava por bula papal. El Rey Carlos IV dio el título de ciudad a Almagro en agosto de 1.803, y los actuales Reyes de España D. Juan Carlos y Dña. Sofía, inaugurararon el Museo Nacional del Teatro en el año 2004, última vez que se les ha visto en Almagro. Ahora el enamoramiento de la Casa Real con Almagro lo heredan los Principes de Asturias.Nos felicitamos por esa tendencia heredada.

Los vecinos de Almagro se asombraron con la visita, y se volcaron después en agasajarles. Según las crónicas consultadas les regalaron piropos y espárragos, y lotería ,y les invitaron a un mosto en el bar El Gordo en plena Plaza Mayor, antes de dirigirse al Parador donde comieron.Las autoridades locales estuvieron ausentes, ni tan siquiera con encuentro fortuito. En declaraciones a la agencia Europa Press, el alcalde de Almagro, manifestó que la estancia de los Príncipes y su hijas, obedece a la visita de un matrimonio más que “un sábado por la mañana, con sus hijas, decide disfrutar de una jornada de turismo”.

Estas declaraciones no pueden ser más sosas ni más inútiles. Mientras él participaba en un acto político partidista con De Cospedal en la capital, el heredero de la Corona se paseaba por Almagro, pero "no" era un turista más. Era un turista excepcional que se merecía atención y agasajo, aunque fuera de manera privada. Incluso habría sido excelente aprovechar el contacto para futuras visitas oficiales o para determinadas gestiones, por ejemplo, invitarle al próximo Festival de Teatro Clásico.

Olvidemos las declaraciones de la inutilidad y mantengamos la felicidad por una mañana Principesca en Almagro.