No solemos copiar noticias de la página Web del Ayuntamiento de Almagro, aunque sí que estamos al tanto de sus informaciones. Pero hoy nos parece lógico transcribir, parcialmente ,una interesante noticia sobre las consecuencias de las lluvias de esta primavera en el entorno medioambiental de Almagro.
Y para que conste así lo decimos.
"Aquí en nuestro término municipal no estábamos acostumbrados a ver correr el agua y casi desconocíamos la existencia de las lagunas de origen volcánico o los chorreros que ahora tantos problemas nos dan. Así se ha convertido en algo natural en los últimos años ver correr el arroyo Pellejero por el borde sur del núcleo urbano, o anegar la Veguilla, debido a la perdida de su cauce o las construcciones realizadas que han obviado el paso de este arroyo, lo que impide que llegue a Bolaños de Calatrava.
Más
caudaloso que Pellejero es el arroyo Cuetos que nace en la Sierra
Pelada y tras cruzar el término de Bolaños por los Santuarios de la
Virgen del Monte y de las Nieves se internan en el término municipal de
Almagro, donde se uniría a Pellejero cerca de la Depuradora. Desde
aquí juntos se dirigen a Torralba pasando por San Isidro, y termina su
trazado tributando sus aguas al Guadiana cerca de Calatrava la Vieja.
Hoy podemos contemplar gran cantidad de aves acuáticas en su recorrido:
ánades, fochas, cigüeñuelas, avefrías, garcillas, garzas reales e
incluso flamencos.
El río Jabalón a su paso por nuestro término también era desconocido y
su cauce estaba prácticamente limitado a una simple zanja en algunos
tramos, hoy discurre alegre y ruidoso alcanzando en más de 30 metros
de anchura en los mejores momentos y sobrepasando el romano puente del
Alguacil.
El navajo Grande, el navajo Chico, la laguna de Tiracarza, el Maar de Cervera, la laguna del
Acebuche, son lagunas temporales de origen volcánico que últimamente
nos regalan una imagen espectacular, además de ser un ecosistema de un
valor incalculable. Por no hablar de la aparición cada año de los
llamados geisers, provocados por la presión del gas del subsuelo,
procedente de la actividad volcánica pretérita, que al subir los
niveles de los acuíferos subterráneos, se queda sin espacio para el gas
que busca una salida, provocando este fenómeno.
Por todo esto debemos poner especial
atención a este ciclo hidrológico y tener en cuenta en todas nuestras
actividades el curso de las aguas, respetarlo y acondicionarlo,
devolviéndole su espacio vital"
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