Ayer pude visitar el magnífico Belén instalado en la Almagreña Ermita de San Blas.Soberbio ,dentro de la sobriedad de esta construcción levantada bajo el mecenazgo de Facob Függer a principios del Siglo XVI. Hay que felicitar a la Asociación Cultural de Belenistas de Almagro, por su extraordinario trabajo recreando tantos espacios bíblicos, y por mantener un año más la tradición cultural de nuestra ciudad.
Sobre la Navidad se pueden mantener sentimientos encontrados de humanismo, de ética y de religiosidad. Cada uno la observará desde su más íntima creencia pensando en la obra divina, o en la obra humana.
A la ciudad de Almagro llegan los Függer hacia 1.523, al serles arrendados los Maestrazgos de las Órdenes por Carlos V, como pago a sus servicios bancarios. Desde Almagro realizarán sus relaciones comerciales del mercurio de las Minas de Almadén. Jacobo Függer decide reedificar, con la intención de agradecer a la divinidad los beneficios recibidos, la antigua ermita del Salvador, nombre que mantiene hasta el siglo XVIII ,y que en la actualidad se conoce como Iglesia de San Blas
Jacob Függer estuvo sometido siempre a la terrible contradicción de la libertad económica de su capital para inversores y prestamistas, con sus creencias religiosas de ética comercial ,formuladas trescientos años antes por Santo Tomás, y que venían a condenar esas prácticas ya pre-capitalistas, considerando pecado la usura de esa actividad. También por eso decide edificar San Blás.
No es ninguna metáfora lo aquí relatado: Aunque los engaños de preferentes, los altos intereses,los sueldazos de los banqueros, la primacía de los mercados con sus primas y vaivenes a los pobres, así parezca. No es metáfora que en Belén NO se quisiera oro, aunque lo regalasen los Magos. Si Don Jacob Függer tenía remordimientos por sus negocios de usura,los usureros de hoy sólo tienen artimañas para evadir al fisco, renunciar a la solidaridad y engañar a los ciudadanos.Los actuales banqueros no levantan Ermitas para purificar su espíritu, utilizan cajas fuertes en paraisos fiscales donde esconder su rapiña.
Pero sí es buena metáfora haber instalado el Belén de Almagro este año en San Blas,ermita sencilla, para demostrar que el oro de retablos, y de peanas, y de mitras , y de báculos, NO estuvo nunca en Belén.
El Belén espiritual bien podría haber estado en San Blas: que es sencillez, que es humildad, que es campechanía.
A los Belenistas de Almagro nuestra enhorabuena, por su alarde y efectismo. Por su CULTURA y TRADICIÓN.
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