Pedro Sánchez se ha puesto en contacto con el resto de grupos políticos con el fin de informarles de la importancia de abrir una nueva etapa para un país que exige condenar a los corruptos al basurero de la historia.
Tras conversar con Pablo Iglesias y coincidir en el hecho de dejar al lado los intereses partidistas apostando por un cambio de verdad, las posibilidades de comenzar una nueva etapa en la confluencia de la izquierda, más allá de los matices, van en aumento.
Contactado el PNV parece éste más pendiente de sus intereses territoriales a corto plazo que el hecho de poner los faros largos y ver más allá del área de su gobierno. Los nacionalistas catalanes, por su parte, deben salir del empecinamiento y participar en la vida común.
Ciudadanos es también pieza clave en el entendimiento. Confluencia en la que el PSOE se ha colocado en el centro del tablero, como solución frente al inmovilismo, como moderación frente al radicalismo, como cortafuegos de la impunidad.
Es la llamada a la decencia horas antes de comenzar el debate mañana de una moción que esperemos haga historia.
Editorial Diario Progresista
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